Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 02 Nov 2023 - 12:26hrs
“En esta hora de suprema prueba a que está siendo sometida la nación, a causa de los embates endurecidos del huracán que azota nuestro territorio, deseamos que nuestra voz de aliento y confianza llegue a cada uno de los hogares afectados por el fenómeno, como una expresión de nuestra solidaridad y de nuestro sentimiento de dolor compartido (…)
“Queremos que sepan, en cada rincón de la Patria, donde haya tribulación y lágrimas, soledad y abatimiento, que nuestro corazón está con ustedes, siguiendo paso a paso el curso del fenómeno imbatible y dictando todas las providencias necesarias para que lleguen hasta cada uno de ustedes los auxilios de emergencia, salvamento y asistencia, y de cuanto esfuerzo sea posible hacer, para evitar la pérdida de vidas humanas, socorrer a los damnificados y neutralizar en la medida de lo probable los daños materiales, que, a esta hora, en que me dirijo a la nación, ya son cuantiosos y, en algunos casos, irreversibles (…)
“Admiramos el valor y el estoicismo con que están haciendo frente a esta desgracia inesperada y a todos les reconocemos la serenidad de su comportamiento y la disciplina con que están acatando las disposiciones de prevención (…)
“Agradecemos y reconocemos el heroico trabajo que han desarrollado y están desempeñando los cuerpos de policía, bomberos, Fuerzas Armadas, socorristas titulares y voluntarios de la Cruz Roja, empleados y funcionarios de las corporaciones municipales y de instituciones oficiales y privadas; a los médicos, enfermeras, ingenieros civiles, operadores de equipos de reconstrucción y salvamento, así como a cada hombre y mujer, que con ejemplar desprendimiento, aun a riesgo de sus vidas, están colaborando en las labores de rescate, de asistencia, abrigo y alimentación de los damnificados.
“Nuestro reconocimiento es igual para los dirigentes de empresas, hombres y mujeres de la industria y el comercio de las distintas localidades afectadas y del resto del país, así como a comités y grupos de emergencia que se han organizado y se organizarán sobre la marcha, por la oportuna ayuda que ya están haciendo llegar a las zonas más críticas, y por toda la que seguirán aportando para el alivio del sufrimiento humano y la reconstrucción subsiguiente que deberemos enfrentar. A los servidores que han caído en el cumplimiento de su deber, héroes a quienes la Patria reverencia desde ya, les ofrendamos las siemprevivas de nuestra gratitud, y nuestra particular admiración y reconocimiento para los periodistas de los distintos medios de comunicación del país, quienes, en una labor titánica, ininterrumpida y ejemplar, auxiliados por radioaficionados y voluntarios, se han mantenido informando y orientando a nuestra población (…)
“La adversidad nos está golpeando, es verdad, pero nuestra capacidad de sobrevivir y para recuperarnos tiene que ser más fuerte que los vientos huracanados que nos abaten (…)
“Debemos tener confianza en que estamos unidos en el sufrimiento y en las tareas de supervivencia nacional. Que no habrá corazón que no palpite junto al dolor colectivo, ni mano que no se mueva para levantarnos de las ruinas y volver a emprender el camino de la seguridad, la paz y el desarrollo. Enjuguemos nuestras lágrimas. Levantemos nuestra frente y veamos esta prueba como una más a que el destino nos convoca. Para que demostremos nuestra unidad de nación y nuestra firme decisión de no dejarnos vencer”.
(Fragmentos del mensaje del presidente hondureño Carlos Roberto Flores Facussé, del 29 de octubre de 1998, con motivo del impacto del huracán Mitch, categoría 5, uno de los ciclones tropicales más poderosos y mortales que se han visto en la era moderna. Hace un cuarto de siglo, el fenómeno azotó Centroamérica durante nueve días –del 26 de octubre al 4 de noviembre de ese año–, manteniéndose por dos de ellos estacionado frente a la costa norte de Honduras, país donde provocó 1.5 millones de damnificados, entre ellos cinco mil 600 muertos y ocho mil desaparecidos. Flores es reconocido por el papel que jugó durante la tragedia, convocando a todos los sectores de la sociedad para enfrentarla.)