Tinta y tinte de una mujerValeria Aime Tannos Díaz |
| 10 Jul 2023 - 21:21hrs
Aventurarse a conocer la cultura, la gente y las tradiciones de otro país es el tipo de cosas que uno debe hacer antes de morir, conocer la historia y los antepasados de la cultura Inca ha sido de lo más emocionante y diverso que he hecho en mis 26 años de vida. En los múltiples viajes a los que me he aventurado por todo el mundo, en definitiva, conocer el bello Perú es la de las más emocionantes.
Al aterrizar en la capital, Lima, uno se puede dar cuenta del primer dato curioso: la desigualdad social de una sola ciudad, es una locura, la extrema política que tienen en el país se ve reflejado en la sociedad; se tiene mucho dinero o se tiene muy poco. La impresión al salir de aeropuerto e ir avanzando hacia el centro pareciera que pasas por 2 ciudades completamente diferentes, teniendo siempre a la vista el muro de la vergüenza.
Al empezar a meterse más a la cultura peruana y al conocer un poco más el centro y la vida cotidiana por allá, se llega a lo más rico; la gastronomía de aquel bello país es tan rica y variada como la que tenemos en México, tienen el ceviche más rico que he probado y una comida extravagante, desde un taco típico peruano con chorizo y mil aderezos hasta la chanfainita, y ni se diga de las bebidas deliciosas, desde la Chicha (una bebida preparada, sin alcohol proveniente del maíz) hasta el fuerte pisco, el cual tiene tantas recetas como el tequila.
El tour gastronómico de la capital es mágico, todo el día se podría estar comiendo y sin culpa alguna. Pasando a un tema más energético se llega al famoso Cusco, ombligo de la antigua cultura Inca. El viaje para llegar a ese paraíso es impresionante ya que pasas en el avión por parte de la cordillera de los andes, el cual es una vista fenomenal, al llegar al aeropuerto empieza aquel malestar por la altura, ya que la ciudad se encuentra a casi 4000 msnm.
La ciudad de Cusco te hace sentir que estás en San Miguel de Allende, te sientes acogido por las personas y la cultura, por la gastronomía y todas las amigables llamas que pasean por las pequeñas calles. El primer día se debe aprovechar el centro, el cual te llena de energía. El segundo día es momento de ir a una de las maravillas del mundo moderno.
Bajar a Machu Picchu es todo un reto, estar 4 hrs en un tren lleno de vistas hermosas y pasar por uno de los canales donde empieza el rio Amazonas impresiona, pero al bajarse del tren empieza la gran aventura, llega el momento de disfrutar de la naturaleza en su mayor esplendor. Se debe ir preparado para subir la montaña y llegar al templo sagrado; en definitiva toda la ruta caminando es pesada, pero al llegar a la cima la vista vale completamente la pena, uno puede llenarse de una energía mágica, todo el malestar se disipa al alzar la mirada hacia el horizonte.
Una de las cosas que el ser humano debe hacer antes de morir es recorrer el camino Inca desde Cusco hasta Machu Picchu, en una caminata de aproximadamente 4 noches, cuatro noches de estar conectado con la naturaleza entre la selva. Al Lograr conectarte contigo mismo y al estar rodeado de personas tan amables, te sientes en casa, te sientes en tu propio país.
Para finalizar toda la aventura que Perú dejó en mí, es importante reconocer la lucha feminista por la que ha pasado un país al cual le falta mucho por recorrer, le falta mucha conciencia respecto a la equidad y derechos de las mujeres, hacia esa lucha en la cual México ha progresado.
En la Casa de la Literatura Peruana es tan emotivo pasar por la zona de las mujeres de la vanguardia, conocer a las militantes que han peleado por los derechos de las mujeres como Miguelina Acosta Cárdenas, quien participó en los movimientos feministas, Zoila Aurora Cáceres, impulsora del sufragio de la mujer, Dora Mayer, defensora de los derechos de las mujeres de los pueblos andinos.
Dentro de la investigación de todo un país interesante, en definitiva, lo más emocionante es conocer a las mujeres que forman parte de un movimiento el cual ha hecho revolución en todo el mundo, y sin dudar, en mi siguiente visita a aquel país tan rico en cultura y en gastronomía, esperaría verlo rico también en el progreso de la lucha de las mujeres por aquella equidad que es tan escasa en América del Sur.
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