Papel secundario

Tinta y tinte de una mujer

Valeria Aime Tannos Díaz

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| 26 Jun 2023 - 19:51hrs

En la historia de nuestro país, un país machista, se nos ha hecho creer que las mujeres estamos únicamente para cumplir ciertos roles de género, que, en su mayoría significa estar en casa a cargo de la limpieza y de los niños. Nosotras mismas en algún momento de nuestras vidas llegamos a creernos ese cuento de que existimos para ser parte de un papel secundario en todo nuestro entorno. Hablando de dos temas históricos que siguen marcando diferencia en la actualidad.


Cuando pensamos en la revolución, por lo general, se nos viene a la mente la imagen en blanco y negro de un hombre con sombrero y balas colgadas en el pecho. Si acaso, podemos pensar en las adelitas como decoración, pero nunca como protagonistas activas de la historia. Grandes nombres como Francisco I. Madero y Pancho Villa (por cierto, un violador), pero no pensamos en las mujeres que desempeñaron diversos roles, desde combatientes hasta líderes sociales, dejando una huella en la historia de México.


Carmen Serdán, conocida como una de las primeras mujeres revolucionarias mexicanas, la cual, participó en la conspiración contra Porfirio Díaz en Puebla. Una de las más mencionadas en los últimos meses es Hermila Galindo, una destacada feminista que en la Revolución Mexicana abogó por los derechos de la mujer y fue una gran impulsora del voto femenino, fue también la primera mujer congresista federal de México.


Las soldaderas; mujeres enfermeras, mensajeras y cocineras, tienen un papel importante dentro de la revolución, valientes mujeres que desafiaron los roles de género y se involucraron completamente a esta guerra, algunas de las Soldaderas destacadas son Petra Herrera, Margarita Neri y Juana Belén Gutiérrez de Mendoza.


Lo interesante de reconocer a estas mujeres dentro de la historia importante de nuestro país es que en los libros de primaria no se mencionan, no se les reconoce por su valentía, recordando que en esa época era mortal desafiar los roles de género, era imperdonable que las mujeres se inmiscuyeran en temas sociales y políticos, en temas en los que los hombres eran los líderes.


La historia mexicana se ha destacado por opacar la participación de las mujeres a lo largo de los años. El mundo cinematográfico no se queda atrás. Las mujeres han estado, mayormente, en papeles secundarios o en protagonismos en los cuales están limitados a roles estereotipados, un excesivo interés amoroso, una mujer en aprietos, una esposa extremadamente celosa o una madre que se vuelve loca al cuidar a sus hijos y su casa.


Incluso en un mundo irreal como es el mundo de las princesas de Disney, se ha visto envuelto en estos roles de género en el cual la princesa espera ser rescatada de su triste vida por un apuesto principe. Los esfuerzos recientes de esta franquicia han hecho que en los últimos años saquen princesas como Tiana, Elsa y Mérida de la película Valiente.


O como aquella princesa que ha sido la favorita de muchos por varios años, la valiente guerrera que salvó China, aquella mujer que desafió por completo a su padre y al mismo ejercito al enlistarse; vestida de hombre, peleando contra todas las adversidades, para al final, dejarnos una enorme enseñanza a todas nosotras, aquella enseñanza de dejar de vernos como mujeres secundarias para convertirnos en protagonistas.


Haciendo un recuento de todas las ocasiones en las que a las mujeres se nos ha hecho siempre estar en un papel secundario, en la vida real como en las películas, vale la pena hacer una reflexión y estudiar más a las mujeres que nos han traído hasta donde estamos. Reconocer a las mujeres sufragistas que nos dieron el derecho al voto, que nos dieron esa igualdad para elegir a nuestros representantes.


Tanto en la Revolución Mexicana como en el mundo cinematográfico, nos deja claro lo mucho que hay que pensar respecto a donde quedamos nosotras las mujeres; desde una lucha pequeña en casa o en el trabajo para ser escuchadas, se puede lograr un gran cambio, se puede lograr que ahora más personas conozcan a nuestras protagonistas revolucionarias, o a aquella princesa que salvó a China.


 


 


 

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