Tinta y tinte de una mujerValeria Aime Tannos Díaz |
| 28 Abr 2023 - 11:28hrs
Estas iniciativas crearon debates entre la sociedad y entre las mismas empresas, ya que para muchos fue algo descabellado permitir que las personas menstruantes se quedaran en su casa unos días para estar de huevonxs. Todo eso hace que de verdad sea una propuesta valiosa por todos los puntos que tiene; empezando con el debate de llamarles personas menstruantes, en lugar de sólo mujeres(bajo la idea de que sólo las mujeres pueden menstruar). También se debatió cómo acreditar que se tiene dismenorrea, lo cual te impide hacer tus actividades normales.
Recordemos que la dismenorrea es el dolor uterino al momento de la menstruación que aparece entre los primeros 3 días del periodo menstrual y que viene acompañado de síntomas específicos como diarrea, vomito, estreñimiento y dolor de cabeza intenso. Lo interesante y de miedo, es cómocomprobar esas características en un sistema de salud tan carente como el que hay en la Ciudad de México y en el país.
Aunado a eso tendrás que tomarte otros días en el trabajo, o ir mientras tienes estos síntomas, para que te revisen y diagnostiquen que tienes dismenorrea secundaria. Entonces ¿para todas aquellas personas menstruantes que no tienen diagnosticada la dismenorrea, pero tienen síntomas muy fuertes no hay incapacidad? Porque cada cuerpo es diferente,con dolores que para nada suelen ser lo mismo, cada periodo tiene días de duración diferentes.
La propuesta, más allá de parecer innovadora,parece muy incomoda para aquellos que dicen que esos días se quieren tomar para descansar, la respuesta clara es que sí, esa incapacidad es justamente para descansar de aquellos dolores e incomodidades que se viven en el trabajo y en nuestras actividades diarias.
El tema de la menstruación ha evolucionado en los últimos años, desde que ya no se deben cubrir las toallas sanitarias en la tienda con papel, hasta que existen copas menstruales que te permiten llevar una cotidianidad completa cuando estás reglando. El tema dejó de ser un tabú para convertirse en iniciativas, en reformas, en temas de debate sobre la mesa y en luchas importantes para el feminismo en su cuarta ola y para los derechos de toda persona menstruante.
Esto, me parece, es un buen inicio, con sus dificultades (como todo lo que hoy se politiza) para tener una menstruación digna y un servicio de salud que maneje este tema como lo que es: doloroso e incapacitante; algo de lo que hasta hace poco no se debía hablar en la mesa y mucho menos con hombres. Hoy en día vemos esa incomodidad en elprogreso a favor de una menstruación digna.