La cultura del porno

Tinta y tinte de una mujer

Valeria Aime Tannos Díaz

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| 16 Jul 2024 - 17:31hrs

Me parece que el mundo de la pornografía es tan grande y controversial que incluso tiene más de dos contrastes y de puntos de vista, desde que podría tratarse de algo ilegal hasta llevarlo al punto de la liberación sexual. Lo cierto es que, con tantos matices que tiene la palabra y el tema en sí, sería difícil llegar a una conclusión exacta.


Dentro de mi búsqueda del tema, lo primero que me aparecía al buscar la palabra “pornografía” eran páginas para poder entrar a ver videos. Fue una larga búsqueda antes de encontrar información concreta, y lo que encontré es que México ocupa el sexto lugar en el mundo en el consumo del porno y que el 26% de los consumidores tienen entre 18 y 24 años.


Tan sólo el 1% de los consumidores tienen 65 años o más. Estos resultados los encontré en el periódico “El País” y no me pareció tan sorprendente, al final, los jóvenes siempre buscan maneras de renovar su sexualidad, ya sea en pareja o cada uno en su intimidad, pero ¿qué pasa detrás del mundo del porno y cómo nos afecta a las mujeres?


Amelia Tiganus, una feminista abolicionista, lo explica en su libro “La revuelta de las putas”, el cual, desde su perspectiva de abolir la prostitución, hace una amplia mención a la manera en la que el porno nos afecta a las mujeres y, en sus propias palabras, declara que la cultura del porno te lleva a actos de violencia y a la prostitución.


Amelia revela que los niños empiezan a ver porno a partir de los 9 años, lo cual sí es alarmante porque ¿Qué visión tendrán esos niños respecto a cómo es el sexo? para bien o para mal, el porno nos da un espectáculo muy alejado de la realidad. Buscar ese espectáculo cae en el acto machista de llevarlo a la práctica y lastimar a alguien de manera física o emocional.


La cultura del porno desde la perspectiva feminista afecta todo el tema del deseo y la relación sexual, muestra alternativas, fantasías e imágenes que no pasan en el sexo. Juega con tu mente de tal manera que creas que tu erección puede durar horas o que los pechos de las actrices son tan naturales y perfectos y que nuestros cuerpos se verán así de placenteros. Es un juego muy peligroso que trae consecuencias en nuestra intimidad.


¿El porno lleva también al sexismo? La respuesta clara y corta es que sí. Lo vimos con la actriz Mia Khalifa a quien sexualizaron y humillaron por la carrera que tuvo en el mundo de la pornografía, y no sólo sucede con las actrices, se trata también de las mujeres que son llevadas a replicar esos actos.


Por otro lado, para María del Mar Ramón y Catalina Ruíz Navarro existe una alternativa: la pornografía feminista, lo cual es muy interesante de investigar, ya que hablan de una cultura del porno nueva, en la que lo primero que se tiene que cambiar es la inclusión, el respeto, lo ético y llevar a cabo un porno más amigable.


Incluso existen los Premios de Pornografía Feminista, en los que la mayor intención es justamente proyectar el tema de la masturbación femenina y la deconstrucción del concepto de género, llevando a cabo así escenas en las que no se muestre a la mujer como un objeto sexual, sino que se vea el placer en ambas personas.


La premisa principal de este tipo de porno es el empoderamiento de la mujer y de todas las personas de la comunidad en el ámbito sexual y aunque para muchas ramas del feminismo esto no es una premisa mayor, para muchas otras ramas y escritoras feministas sí lo es. Desde la perspectiva de la liberación sexual de la mujer es muy importante.


Lo que me parece más interesante en esta nueva perspectiva del porno es la inclusión que califican en cada película, que, aunque las escenas tengan la misma representación que el porno que conocemos, siempre se manejará para proyectar el consentimiento y las fantasías feministas válidas (cosa que no se ven mucho en el porno conocido)


La manera en la que manejan esta nueva visión de consumir pornografía es una ventana para todas las personas de poder sentir placer sin estar viendo actos en los cuales tanto los actores, como la producción, y los consumidores estén viendo escenas en las que dan una representación peligrosa de lo que no es la vida real.


 


O ¿acaso debe abolirse la pornografía por completo? Es un debate que fácilmente podría entrar en la plática de la cena o en la reunión con los amigos, y en un tema tan popular como este no hay que dejar atrás las opiniones que podamos crearnos respecto a lo que hemos llegado a consumir.


 


La pornografía si bien no es ilegal (para mayores de edad) es muy peligrosa y, sin lugar a duda, puede llevar a la violencia física y sexual, aunque también es una ventana para sentir placer sexual, ya sea acompañado o solo. Por eso, siempre es bueno buscar alternativas sanas y seguir explorando nuestra intimidad.


 

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