Elección plebiscitaria

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 13 Feb 2024 - 09:40hrs

Fiel a su costumbre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dobló ayer la apuesta.


No solamente reiteró que la presentación de su paquete de iniciativas se inscribe en la actual temporada electoral, sino que también hizo un llamado a que la ciudadanía otorgue una mayoría suficiente a su movimiento político para que pueda modificar la Constitución en la próxima Legislatura.


No se arredró ante las críticas de que se ha convertido en el jefe de la campaña de la candidata presidencial oficialista Claudia Sheinbaum, sino que anunció que dejará al próximo gobierno una lista de recomendaciones de proyectos de infraestructura que a él no le dio tiempo de realizar.


No le bastó ser acusado por la candidata opositora Xóchitl Gálvez de intervenir en el proceso electoral e incluso usar de pretexto la publicación de su libro para reiniciar los ataques en su contra, sino que opinó que la decisión que tomarán los votantes el próximo junio girará en torno de él. Será un plebiscito, dijo, entre quienes quieren seguir con la transformación –que, obviamente, él encabeza– o regresar al “pasado de corrupción” como quieren sus adversarios. ¿Qué estará viendo en el panorama el tabasqueño para ningunear a Sheinbaum como lo ha venido haciendo, de manera creciente?


El silencio de la exjefa de Gobierno ante la retórica presidencial no permite saber si el mandatario está intranquilo o inconforme por su desempeño como candidata, o si él simplemente está respondiendo a quienes celebran que su periodo está por terminar, mostrándoles que no está dispuesto a volverse irrelevante. Plantear la elección en términos plebiscitarios es un arma de doble filo. El Presidente apuesta a que su popularidad alcanzará para convocar a los mexicanos a las urnas, infundiéndoles más el temor de lo que pueden perder, en caso de ganar la oposición, que la esperanza sobre lo que pueden ganar, si vence la continuidad.


Sin embargo, los finales de sexenio –como decía aquí ayer– son terrenos resbaladizos, en los que los mandatarios salientes suelen atraer los reclamos ciudadanos. Si mantiene su peso político, el liderazgo de López Obrador podría crear una nueva ola sobre la que Sheinbaum se deslizaría sin problema hasta Palacio Nacional, pero si el carisma del Presidente se diluyera, a la aspirante oficialista le costaría mucho trabajo nadar sola.


Por estrategia política o simple narcisismo, López Obrador ha decidido que esta elección sea sobre él. Veremos cómo reaccionará el electorado ante una clara intención del Presidente de mantenerse vigente, por más que insista en que su retiro está próximo.


Buscapiés


*César Yáñez, hombre de toda la confianza del presidente López Obrador, ayer dejó la subsecretaría de la Segob de la que era titular para sumarse al equipo de Claudia Sheinbaum. Este movimiento evidentemente estratégico, como lo veo, tiene tres posibles lecturas: fungirá como el máximo operador electoral de la campaña oficialista. También podría ser el custodio de la pureza ideológica de la Cuarta Transformación para no desviar el camino. O bien, por su experiencia en la comunicación política, Yáñez llega para rediseñar o fortalecer los mensajes de la candidata presidencial y prepararla para los tres debates previstos por el INE. Porque no hay rival pequeño, aun cuando se crea que por estar en arriba en las encuestas ya se ganó.


*Al ingeniero Carlos Slim no le gusta aparecer en los medios. Sin embargo, ayer encabezó una conferencia de prensa en la que tocó una variedad de temas. Entre otras cosas, negó ser el empresario favorito del régimen. “De las siete etapas del Tren Maya, sólo hemos recibido la etapa dos y en ésa no hicimos el viaducto ni la estación”, afirmó. Y que, en materia de telecomunicaciones, sus empresas siguen compitiendo “con un brazo amarrado”.


*La semana pasada, el Instituto de Ingeniería de la UNAM publicó un estudio sobre los microsismos en la CDMX, en el que reconoció la “sorpresa” de sus expertos al haber encontrado una falla en el poniente de la capital, de 1 km de largo, que corre desde Mixcoac hasta Plateros. La zona densamente poblada por la que pasa y la cercanía del Anillo Periférico, de doble piso, ameritarían que el gobierno local informara al respecto.


 

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