Las dos detenciones que vio el Presidente

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 02 Feb 2024 - 08:36hrs

De “muestra inequívoca de la descomposición” del régimen político a “venganza” de la DEA por la falta de colaboración del Ejército mexicano. De constatación de la corrupción de los gobiernos del “periodo neoliberal” a asunto “fabricado” por las autoridades estadunidenses. De “involucramiento en el narcotráfico” a acusación lanzada por el mismo testigo anónimo que hoy busca enlodar la “autoridad moral” del Presidente de México.


En tres años, la opinión de Andrés Manuel López Obrador sobre la detención en EU de Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, dio la vuelta como tortilla en comal.


El 16 de octubre de 2020, recién aprehendido el divisionario, durante un viaje familiar a Los Ángeles, el presidente López Obrador aseguró en su conferencia mañanera que Cienfuegos “está detenido por la misma acusación” que se presentó contra “el que fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón”, es decir, Genaro García Luna.


Luego calificó el hecho como “muestra inequívoca de la descomposición del régimen, de cómo se fue degradando la función gubernamental en el país durante el periodo neoliberal”. Deseó que la detención de Cienfuegos “también sirva para comprender que el principal problema de México es la corrupción”.


Se abstuvo de involucrar en el asunto a las Fuerzas Armadas, pues éstas, dijo, “son tan fuertes que ni estos asuntos tan lamentables, como es el involucramiento de un secretario de la Defensa en casos de narcotráfico, las debilitan”.


Y explicó que la acusación contra el extitular de la Sedena “tiene que ver con el mismo juzgado de Nueva York que lleva los asuntos de García Luna y que, anteriormente, tuvo que ver con los asuntos de (Joaquín) Guzmán Loera”.


Ayer, en la conferencia mañanera de Palacio Nacional, parecía que alguien distinto se refería al mismo tema. O, si usted prefiere, la misma persona comentando un hecho diferente.


“Cuando lo del general Cienfuegos ni siquiera sabía el presidente (estadunidense Donald) Trump; era una venganza”, afirmó López Obrador.


El tabasqueño insistió en su hipótesis de que se trató de una represalia contra Cienfuegos, “porque estas agencias eran las que manejaban la política de seguridad en México, sobre todo con (Felipe) Calderón, quien les abrió las puertas de par en par”.


Opinó que el Ejército se opuso a esa subordinación, pero, “en el caso de la Marina, cuando Calderón, prácticamente se entregó la institución al gobierno de EU, dicho incluso por los mismos funcionarios del gobierno de EU, y tengo las pruebas”.


En aquel sexenio, abundó, “todos los operativos los dirigían en la embajada. ¡Ah!, porque tengo también testimonios de que se quejaban de que no podían hacer lo mismo con el Ejército”.


Y por eso se produjo “lo del general Cienfuegos”. López Obrador dijo que se preguntó: “¿Y cuál es la causa? ¿O por qué sin avisar? Y, en efecto, no sabía el presidente (Trump). Entonces, cuando se le informa, él reacciona y le pide al fiscal que se revise el expediente y que nos manden el expediente para que aquí se haga la investigación”.


Recibida la acusación, “se estudia un fin de semana”, recordó el mandatario. “Se lo entregué a Marcelo Ebrard, que era secretario de Relaciones Exteriores: A ver, léelo, quédate todo el fin de semana para ver qué tiene. Y el reporte que me da a detalle es: ‘Nada, está fabricado, no hay pruebas’. Entonces, se envía a la fiscalía y la fiscalía hace lo propio, se hace la investigación y se encuentra que no existen pruebas”.


Desde su lugar en el salón Tesorería, el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas apuntó que quien acusaba hace tres años a Cienfuegos “es el mismo” que hoy señala que personas cercanas a López Obrador recibieron dinero del Cártel de Sinaloa para su campaña electoral 2006.


—¿Es el mismo testigo? –quiso confirmar el mandatario.


— …que el general Cienfuegos y todo eso, la misma persona –replicó Ramírez.


Si uno ata los cabos de lo dicho en las dos mañaneras, resulta que la acusación que ayer se presentó contra Cienfuegos y García Luna tiene el mismo origen que la que hoy enfila sus baterías contra López Obrador.

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