La inteligencia artificial hace revivir el pasado

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

| 09 Feb 2024 - 08:42hrs

Desde que se dio a conocer el Chat GPT a finales de 2022, las discusiones sobre la inteligencia artificial se han acelerado, con un tono muchas veces cargado de predicciones apocalípticas.


Las preocupaciones han ido desde la pérdida inminente de millones de empleos hasta quedar a merced de máquinas que pueden falsificar la imagen, incluso, las palabras de una persona.


Poco se ha reparado en que la inteligencia artificial puede abrir universos para la humanidad. Un ejemplo concreto se dio a conocer a principios de esta semana, cuando un proyecto de investigación sobre papiros carbonizados descubiertos en Italia vio la luz después de 40 años de haberse iniciado.


Los papiros formaban parte de una suerte de biblioteca antigua, almacenada en una casa de campo del poblado de Herculano, en las faldas del Vesubio. Ese volcán hizo erupción en el año 79 de nuestra era, sepultando en ceniza ardiente a Pompeya. Menos famoso es el caso del vecino pueblo de Herculano, que fue alcanzado por una avalancha de lodo. Gracias a eso, los contenidos de la biblioteca, aparentemente propiedad del suegro de Julio César, no quedaron hechos polvo. Sobrevivieron al impacto cerca de dos mil rollos de papiro carbonizado, que se han conservado en Nápoles desde que fueron descubiertos, mediante excavaciones, en 1752.


En 1983 comenzó un proyecto de investigación para tratar de leer el contenido de dichos papiros, que no se pueden desenrollar sin dañarlos severamente.


Con el tiempo, instituciones italianas y francesas lograron descifrar fragmentos de los papiros mediante rayos X, esperando encontrar en el lote algunos textos perdidos de la antigüedad. El rollo que ha dado mejores resultados parece haber sido escrito por Filodemo de Gadara, un discípulo del filósofo Epicuro.


A principios de 2023, la Universidad de Kentucky lanzó un concurso internacional denominado Vesuvius Challenge, y Nat Friedman, un empresario del ramo de la informática, ofreció una recompensa económica a quien pudiera desarrollar un programa capaz de dilucidar el contenido de dicho papiro, que está escrito en griego, con el uso de tinta.


En octubre, se dieron a conocer los resultados iniciales: se descifraron las primeras letras del texto, con base en el análisis, mediante inteligencia artificial, de las imágenes de rayos X previamente obtenidas. Las letras formaban la palabra porfyras, púrpura en griego antiguo, un color asociado con el poder.


El lunes pasado, se informó que el equipo ganador del reto había logrado identificar más de dos mil letras griegas en el texto, mediante el uso de la inteligencia artificial. De acuerdo con la revista National Greographic, los primeros pasajes que se han revelado “hablan de temas como la música, la comida, el sabor de las alcaparras, el color violeta y cómo disfrutar de los placeres de la vida”, entre otros.


“Asombro generalizado” fue como caracterizaron su reacción ante el descubrimiento los expertos papirólogos que fungieron como revisores del concurso y que calificaron 12 presentaciones. El equipo ganador está conformado por un estudiante de doctorado de egiptología en Alemania, un estudiante de robótica en Suiza y un estudiante de informática en Nebraska, Estados Unidos.


Más de dos milenios desde que los rollos fueron abiertos por última vez, los ganadores consiguieron desdoblar digitalmente el contenido, mediante el entrenamiento de un algoritmo de aprendizaje automático. Aunque lo que se dio a conocer es apenas 5% del texto que tiene posibilidades de ser revelado, éste ha sido un gran triunfo para el uso de la inteligencia artificial.


La experiencia de los papiros de Herculano demuestra que no hay tecnología mala, sino buenos y malos usos de ésta. Desde luego, la posibilidad de ser protagonista involuntario de un deepfake elaborado con inteligencia artificial, en el que uno aparezca en un video aparentemente real, diciendo algo que no quiere decir, es aterrador. También lo es que millones de personas creyeran que un video de esas características es auténtico y eso tuviera consecuencias funestas para la humanidad.


Sin embargo, las posibilidades que abre el uso positivo de esa tecnología resultan fascinantes.

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