Tinta y tinte de una mujerValeria Aime Tannos Díaz |
| 21 Nov 2023 - 09:10hrs
Leyendo el más reciente libro de Claudia de la Garza y Eréndina Derbez; machismos cotidianos, encontré un capítulo que habla específicamente del patriarcado, el machismo y cómo se nos ve a las mujeres feministas desde los ojos del macho.
Para empezar a abordar el tema es necesario saber exactamente qué es el machismo y el patriarcado. El patriarcado es el sistema social y político por el que se establece la forma de organización a lo largo de la historia. El machismo son las actitudes y posturas que sostienen al patriarcado, son las costumbres que emanan de ese sistema.
El patriarcado se aborda desde el liderazgo del hombre, pero va más allá de lo individual, es un acto político por el que a lo largo de los años el mundo se ha regido. Desde los tiempos del Homo sapiens, en el que el hombre era el que salía en busca de la comida y era el protector de la familia.
Hasta en la actualidad que los hombres son los mayores jefes de estado, los que llevan el mandato en los negocios y en grandes empresas. Todo el mundo gira para que el sistema patriarcal siga vigente, ese sistema conlleva a los actos machistas como servir a los padres, hermanos, esposos; hasta quedarnos calladas cuando el padre de familia habla.
Dentro de este sistema y todas estas actitudes entran términos y palabras que se usan para descalificar todo lo que no entra dentro del sistema en el que ellos mandan. Un ejemplo burdo e interesante es el de la nueva película de Barbie cuando Ken entra al mundo real y se da cuenta de “quién realmente manda”.
En los últimos meses he escuchado mucho, tanto de hombres como de mujeres, afirmar que el feminismo y el activismo feminista está en contra del hombre, incluso se nos llega a llamar “feminazis” (¡imagínate comparar un genocidio con la lucha por la equidad de derechos!).
La realidad, querido lector, es que la lucha no es contra los hombres. Todas las personas pensantes sabemos que no todos los hombres violan, ni matan, ni violentan y que probablemente tampoco están de acuerdo en la posición en la que viven (desde su privilegio, claro).
Pero sí es verdad que, en México, según el INEGI, más del 42.8% de mujeres hemos sido víctimas de algún tipo de violencia a partir de los 15 años, también es verdad que todos los hombres se jactan de jamás haber acosado a alguien, pero de eso hablaremos después.
Aún con esas cifras, las mujeres realmente no peleamos contra los hombres, no es una lucha de sexos y tampoco es acreditar que las mujeres somos más que los hombres, ese tipo de comentarios vienen del miedo a que el sistema patriarcal pueda venirse abajo y entonces esos privilegios de los hombres cis genero blancos, se caigan.
Es importante entender que la lucha es contra un sistema, es contra una opresión que no solamente nos excluye de nuestros derechos (como la brecha salarial). Es una opresión que también nos está matando, al vernos como el sexo débil y el minoritario (aunque somos más mujeres que hombres).
Tampoco está en los planes del feminismo ser el sexo dominante, eso sería contraproducente para toda la lucha que lleva años trabajando. Lo que en realidad se busca es equidad, son espacios donde podamos tener los mismos derechos que los hombres, donde no se nos nieguen cosas, ni debamos elegir entre un ascenso laboral o ser mamá.
Se pelea por un sistema justo en el que no relinchen políticamente porque una mujer quiere ser presidente o que se vuelvan locos cuando los grupos minoritarios exijan sus derechos, o simplemente porque una mujer quiere salir a la calle en minifalda sin temor a no volver a casa.
En lo personal, estoy cansada de tantos ataques y burlas respecto a una lucha y a un activismo real, porque es cierto que todos los días mueren entre diez y once mujeres en México y es verdad que la tasa de impunidad supera el 95%, sin mencionar que eso ocasiona que las mujeres muchas veces no queramos denunciar a nuestros agresores.
Estoy muy cansada también de los términos ofensivos que se usan para describirnos, pero de lo que no me canso es de tratar de enseñarle todos los días a las personas que la lucha no es para ver si las mujeres somos superiores a los hombres.
Tal como lo es para la escritora y periodista Gloria Steinmen: “una persona feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y la plena humanidad entre hombres y mujeres”