Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 15 Nov 2023 - 09:04hrs
A fin de evitar la ruptura con Marcelo Ebrard y la salida de éste del partido, Morena tuvo que reconocer por escrito que en el proceso para designar a quien lo representará en la boleta de la elección presidencial de 2024 ocurrieron “algunas prácticas indebidas, cometidas por militantes, contrarias a nuestros principios y normas estatutarias”.
El documento fue presentado públicamente por Ebrard –el lunes, en conferencia de prensa y, ayer, en su cuenta de X– a manera de justificación de su queja contra el triunfo de Claudia Sheinbaum. No entra en detalles respecto del tipo de irregularidades que tuvieron lugar ni señala a los responsables por su nombre, aunque anuncia que “iniciará los procesos de sanción correspondientes”.
De esta manera, a punto de iniciarse las precampañas locales y federales, Morena tuvo que admitir frente a la nación que sus miembros se hicieron trampa entre ellos. No faltará quien diga que si eso sucedió en el seno de la familia, la fechoría bien podría repetirse con los de afuera.
Tampoco queda claro que con esto terminará la división interna que provocó el proceso interno. Fuentes del partido del gobierno me dicen que Claudia Sheinbaum –la denominada “coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”– intentó, sin éxito, que Ebrard se allanara al resultado sin publicar el mea culpa.
Sin embargo, el exsecretario de Relaciones Exteriores fue terminante: o Morena aceptaba de manera explícita que él había tenido razón en sus denuncias sobre las irregularidades en el proceso interno o no habría arreglo y se iría.
El borrador que llevó a la mesa de las negociaciones con Sheinbaum era mucho más largo y entraba en datos explícitos, explicaron fuentes consultadas. Al final, quedó la redacción que se dio a conocer la mañana del lunes, misma que se había afinado durante el fin de semana previo, en consulta a distancia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se encontraba de gira.
Otra de las exigencias de Ebrard fue la salida de Mario Delgado como dirigente del partido. Se acordó que ese tema quedara pendiente, aunque hubo momentos de tensión. Las negociaciones estuvieron a punto de romperse, llevando a López Obrador a dar un raspón al excanciller en su conferencia del jueves 9, horas antes de emprender su viaje por el noroeste.
“Si no se piensa en el pueblo, si no se piensa en la nación, no sirve de nada la política; no se es más que un oportunista, convenenciero, un ambicioso vulgar”, afirmó el mandatario. “Quien no tiene ideales es un politiquero, un arribista, un grillo, no puede llamarse político. La política es un noble oficio que nos permite servir a nuestros semejantes y es también un imperativo ético. No es ‘quítate tú para ponerme yo’. Se lucha por ideales, por principios, no por cargos. Cuando no hay principios, los amigos son de mentiras y los enemigos, de verdad”.
La tarde del lunes, en su cuenta de X, Sheinbaum se congratuló por el anuncio de su excontrincante: “Me da gusto que Marcelo Ebrard y su equipo hayan decidido quedarse en Morena. En la construcción de la unidad siempre hay que poner por encima de todos los principios, las causas y los anhelos del pueblo de México. En nuestro movimiento necesitamos de todas y todos los que quieren seguir construyendo un México justo, libre y democrático”.
Sin embargo, la exjefa de Gobierno capitalina no quedó contenta por las condiciones que puso Ebrard para quedarse, explican las fuentes consultadas. Si bien ella cumplió la petición presidencial de arreglar el pleito a como diera lugar, el documento suscrito por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia la deja mal parada, pues el 11 de septiembre declaró que la denuncia de irregularidades presentada por el excanciller, que ella había revisado, carecía de fundamento.
¿Qué podrá decir si durante la campaña o la jornada electoral del año entrante la oposición la acusa, como hizo Ebrard, de haber utilizado el aparato gubernamental a su favor? De ser el caso, allí habrá un texto, con el logotipo de Morena, que infiera que eso bien pudo haber sucedido.