Olvídate de Acapulco

| 10 Nov 2023 - 08:49hrs

En la memoria de las tragedias por fenómenos naturales que han golpeado Ciudad Juárez, Chihuahua, sin duda las trombas de principios de julio de 2006 tienen un lugar destacado.

Esa vez, el río Bravo se desbordó, inundando varias colonias de la ciudad, afectando miles de viviendas, cuyos habitantes tuvieron que ser desalojados. Las precipitaciones dejaron una decena de muertos.

El 12 de julio, se emitió una declaratoria de emergencia por parte de la Secretaría de Gobernación, que se encargaba entonces de coordinar las tareas de Protección Civil. Dicha situación se mantuvo hasta el 15 de agosto siguiente. Durante ese lapso de más de un mes se aplicaron en Ciudad Juárez y otros municipios de Chihuahua los recursos del Fondo Revolvente del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para atender a la población afectada.

El 6 de septiembre de ese mismo año, la entonces diputada federal María Mercedes Maciel Ortiz, del Partido del Trabajo –quien en este sexenio ha fungido como delegada de la Secretaría del Trabajo en Baja California Sur–, propuso un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo a liberar recursos del Fonden a fin de atender los efectos del huracán John, que acababa de pasar por los municipios sudcalifornianos de Mulegé y Loreto, dejando seis muertos, 12 mil damnificados y daños en carreteras y otras obras de infraestructura.

En el texto de la proposición, la legisladora señaló: “Preocupa la declaración del presidente Vicente Fox, en referencia al Fonden, de que ‘no existen los 4 o 5 mil millones de pesos que cada año se depositan en este aparato de apoyo y auxilio a las poblaciones que resultan afectadas por calamidades naturales’. Lo anterior, afirmó, se debe a que ‘el año pasado se utilizaron por lo menos 20 mil millones de pesos para enfrentar desastres a lo largo del país, como los ocurridos en Chiapas y Quintana Roo, donde golpearon los huracanes Stan y Wilma’”.

Agregó: “No entendemos por qué el gobierno federal señala que no hay recursos, cuando para junio de este año las finanzas públicas presentan un superávit de 82 mil 208 millones de pesos. Es claro que las prioridades del gobierno federal no están del lado de las familias más necesitadas”.

Otro grupo de legisladores aprovechó la ocasión para solicitar mayores recursos, del Fonden y de los excedentes petroleros, para atender la destrucción causadas semanas antes en Ciudad Juárez, mismas que arrojaban “un déficit de 393.8 millones de pesos” (unos 820 millones de pesos a precios actuales).

Ambos puntos de acuerdo fueron aprobados. Hubo consenso, a pesar de que habían pasado cinco días de que los legisladores de oposición impidieron al presidente Fox entrar en el salón de sesiones del Palacio Legislativo para dar su último informe.

Corte a: noviembre de 2023. Diecisiete años después de aquellos hechos, la Coordinación Nacional de Protección Civil dio por concluida la Declaratoria de Emergencia emitida luego del impacto del huracán Otis, apenas dos semanas después de haberla dado a conocer, y alegando que la causa que la motivó fue “la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes”. De acuerdo con el decreto, “ya no persisten las condiciones de emergencia para continuar con la vigencia de la Declaratoria”.

La decisión, publicada ayer en el Diario Oficial, es difícil de entender en un contexto en el que centenares de miles de guerrerenses se quedaron sin casa, una parte de los cuales lleva 16 días durmiendo a la intemperie o refugiados en casas de parientes y amigos, sin que los gobiernos federal o estatal hayan dispuesto la instalación de vivienda temporal.

Simultáneamente, en la Cámara de Diputados, la mayoría oficialista aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 sin etiquetar un solo peso para la reconstrucción de Acapulco y Coyuca.

Ambas cosas sucedieron apenas horas antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador emprendiera una gira de diez días –por el noroeste del país, Estados Unidos y la península de Yucatán–, su segunda ausencia más larga de Palacio Nacional en lo que va de su periodo.

Definitivamente, la consigna del oficialismo parece ser que nos olvidemos de Acapulco y centremos la atención en otras cosas. De la voluntad colectiva depende que eso no suceda.