La contumacia en tiempos recesivos

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

| 12 Oct 2022 - 09:07hrs

Durante la inauguración de las reuniones anuales de otoño del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, los titulares de estos organismos financieros —Kristalina Georgieva y David Malpass, respectivamente— reconocieron que el riesgo de una recesión global en 2023 es alto.


“Las economías más avanzadas están desacelerándose”, advirtió el estadunidense. “La contracción mundial podría ser del tamaño del PIB de Alemania”, secundó la búlgara.


Horas después, el FMI redujo la perspectiva de crecimiento de la economía mexicana a 2.1% para este año y a 1.2% para el año entrante, por debajo de las expectativas de la Secretaría de Hacienda (2.4% y 3.0%, en ese orden).


Más allá del discurso optimista en el que insiste el presidente Andrés Manuel López Obrador, no hace falta ser muy sagaz para entender que los tiempos que vienen serán muy complicados. Y que el país tendrá que prepararse para enfrentarlos.


No es sólo por la destrucción de fuentes de trabajo que puede acompañar una recesión —dependiendo, por supuesto, de qué tan duradera sea—, sino también la carestía en productos de primera necesidad.


Esta misma semana se produjeron protestas en varios países europeos —que no tienen, de lejos, los mismos niveles de pobreza que México—, en exigencia de que sus respectivos gobiernos pongan en marcha políticas para proteger a los más necesitados de los efectos de la inflación.



Ante esto, ¿qué puede hacer nuestro país? De entrada, no tomar decisiones que puedan descomponer el principal motor de la economía: las exportaciones.


En 2021, las ventas al exterior representaron 38.1% del Producto Interno Bruto (en 1993, el año anterior a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, hoy T-MEC, significaban apenas 10.3% del PIB). Por ello, México deberá ser muy cuidadoso en la conclusión de la actual controversia con Estados Unidos sobre su política energética, pues en caso de avanzar hacia un panel de controversias, el peligro es que nuestro país pierda la disputa y tenga que compensar las afectaciones con aranceles por hasta 30 mil millones de dólares.


Recordemos que ya concluyeron los 45 días que fija el T-MEC para la realización de consultas entre países socios. Dicho plazo fue extendido por decisión de las partes, pero EU podría solicitar en cualquier momento el arbitraje.


Por ello fue muy desafortunada la renuncia de Tatiana Clouthier a la Secretaría de Economía, justo cuando la disputa comercial se encuentra en momentos de definición. La sustitución de Clouthier por Raquel Buenrostro —exjefa del SAT— puede representar la incorporación de una funcionaria muy eficaz al equipo negociador, pero también una señal de que el Presidente ha decidido no ceder a un ápice ante los reclamos estadunidenses y atrincherarse en una visión ideológica que puede salir cara al país.


Ojalá haya la capacidad de convencer a quien toma las decisiones de que la contumacia no es aconsejable. Siempre será un error no hacer lo posible para evitar un panel de controversia en el que México parece destinado a perder. No hacerlo en tiempos como éstos, con los nubarrones de una recesión global sobre el horizonte, resultaría francamente suicida.


BUSCAPIÉS


*El área de Grandes Contribuyentes del SAT —que encabezó hasta ayer el nuevo jefe de la dependencia, Antonio Martínez Dagnino— atiende a sólo 0.02% de quienes pagan impuestos, pero recauda 48% de los ingresos públicos. Razón de más para mantener un clima de negocios atractivo para la inversión.

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