El panel es al T-MEC lo que el VAR, al futbol

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 04 Ago 2022 - 09:44hrs



El martes pasado se iniciaron en Washington, DC, las audiencias del panel de solución de controversias al que México y Canadá llevaron a Estados Unidos para resolver la disputa sobre la interpretación de las Reglas de Origen del sector automotriz contenidas en el T-MEC, el acuerdo comercial de Norteamérica que sustituyó al TLCAN hace dos años.


Casualmente fue el mismo día que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer en su conferencia mañanera que había enviado una carta a su homólogo Joe Biden para quejarse de la solicitud de consultas que hicieron Estados Unidos y Canadá a México para determinar si la política energética de nuestro país se ajusta al texto del mismo tratado.


Resulta irónico que el gobierno de López Obrador eche mano de las reglas del T-MEC para impugnar el tratamiento que EU da a la industria automotriz mexicana, pero no acepte esas mismas reglas cuando México resulta el país impugnado.


Y es que México no sólo inició la controversia sobre las Reglas de Origen, el 23 de agosto de 2021, sino que, insatisfecho con los resultados del diálogo, solicitó el establecimiento de un panel, el 6 de enero de 2020, petición que fue secundada por Canadá.


El panel se integró el 23 de marzo. Como presidente quedó el uruguayo Elbio Rosselli, quien encabezó el Consejo de Seguridad de la ONU, en enero de 2016, y tiene experiencia como árbitro de disputas comerciales emprendidas ante la Organización Mundial de Comercio, como la que enfrentó a la Unión Europea y EU sobre acero y aluminio, apenas en enero pasado.


Los otros cuatro panelistas son el mexicano Jorge Miranda Meave, exdirector de la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía y quien también trabajó en la OMC y fue árbitro en varias controversias en el marco del TLCAN, como la que se dio en torno de la exportación de chuletas de cerdo estadunidenses en 2006. Miranda fue propuesto por Estados Unidos.


También son parte del panel el canadiense Donald McRae, profesor emérito de la Universidad de Ottawa, así como las estadunidenses Kathleen Claussen, catedrática de la Universidad de Miami, y Ann Ryan Robertson, socia del bufete de abogados Locke Lord, de Dallas, Texas. Esta última fue propuesta por México para ser parte del grupo.


El papel del panel será decidir si México y Canadá tienen razón en que una autoparte que cumple con tener un contenido regional de al menos 75% debe ser considerada 100% regional una vez que se incorpora a la suma total del vehículo y se determina si éste debe recibir un trato libre de aranceles; o bien, que EU está en lo correcto al interpretar que dicha pieza debe mantener siempre su porcentaje original de contenido regional.


El fallo será de gran relevancia para México dado el peso de su industria automotriz de exportación. La garantía que tiene nuestro país es que EU no podrá imponer su punto de vista a sus socios, sino que será el panel el que decida.


 

Lo mismo podría suceder, hipotéticamente, en la controversia sobre la política energética de México, En ese caso, son Estados Unidos y Canadá los que ponen en duda el cumplimiento de México de sus obligaciones en la materia.


De acuerdo con los tiempos del T-MEC, aún estamos a dos semanas de que se tengan que iniciar las consultas, pero el presidente López Obrador ya decidió que las quejas de estadunidenses y canadienses constituyen una violación a la soberanía, sin que México tenga aún noticia sobre cuáles son, en concreto, las diferencias que tienen sus socios. Como le decía ayer, si López Obrador está tan seguro que México se ha apegado al texto que firmó, nada tendría de qué preocuparse, pues las partes ni siquiera se han sentado a conversar. Y si las consultas no fueran fructíferas, se podría formar un panel que tome la decisión final. Un panel como el que México pidió para dirimir la controversia sobre autopartes.


Si esto fuera futbol, sería como si el equipo mexicano no quisiera que se revisara la jugada por medio del VAR y amenazara con abandonar la cancha y llevarse el balón en caso de que se insista en hacerlo. Quizá sea porque sabe que metió el gol con la mano


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