México no esperará a llegar al panel

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

.

| 29 Jul 2022 - 09:08hrs




Puedo equivocarme, desde luego, pero con el actual diferendo con Estados Unidos y Canadá sobre la política energética de México, me parece que vamos a ver una repetición –en cámara lenta– del episodio de la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles.


Como se recordará, el 30 de mayo de 2019 el entonces presidente de EU dijo que impondría un arancel de 5% a todos los bienes importados desde México a menos de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador detuviera el flujo de migrantes centroamericanos que buscaban cruzar la frontera común, y puso un plazo de 11 días para ver si México cooperaba.


En esa misma fecha, López Obrador escribió una carta a Trump en la que le decía que “los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas” y le pedía que –“si no tiene inconveniente”– recibiera a una delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, que estaba lista para salir a Washington al día siguiente, a fin de dialogar y “buscar alterativas”.


El jueves 6 de junio, cuatro días antes del ultimátum fijado por TrumpLópez Obrador convocó a un mitin en Tijuana “para proteger la soberanía nacional”. Anunció que “ahí se va a fijar nuestra postura”. En el acto, que se llevó a cabo el sábado 8, el Presidente declaró que México había ganado. “El lunes no va a haber una crisis”, aseguró.


Lo que había pasado, entretanto, es que México había aceptado desplegar elementos de la Guardia Nacional para contener a los migrantes. Es decir, que Trump había logrado lo que quería.


En un mitin, en abril pasado, el empresario dio su versión de lo sucedido. Presumió que nunca había visto a una contraparte “doblarse” tan rápido en una negociación como lo había hecho aquella vez el gobierno mexicano.


Pienso que algo muy similar va a suceder en el actual conflicto con EU y Canadá, pues el presidente López Obrador ha dado muestras, en muchas ocasiones, de que puede estirar la liga, pero no llegar a romperla. Lo hizo con Trump y lo hizo también cuando su plantón de 2006 en Paseo de la Reforma, cuando éste se levantó a tiempo para el desfile del 16 de septiembre.


El Presidente sabe que no tiene la razón en el diferendo energético. Sí, el capítulo 8 del T-MEC, dice que Estados Unidos y Canadá reconocen que México, en función de lo que establece su Constitución, “tiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos en el subsuelo del territorio nacional”, pero precisa que aquellos países no pierden, por ello, “sus derechos y remedios disponibles conforme a este Tratado”. Esos derechos –como la protección a sus inversiones y la no discriminación a sus empresas– aparecen en otras partes del texto, como los capítulos 14 y 22, donde hay referencias específicas al sector de gas y petróleo.


¿Qué es lo que creo que pasará? De acuerdo con los tiempos fijados por el T-MEC, las consultas se iniciarán 30 días después de haber sido solicitadas, es decir, el 19 de agosto, y tendrán 45 días para llevarse a cabo, es decir, hasta el 3 de octubre.


Hace una semana, en la mañanera, López Obrador anunció que se esperaría a las Fiestas Patrias para fijar la postura mexicana (aunque ya ha dicho que México no ha incumplido el tratado y que la petición de consultas fue culpa de la voracidad de una empresa, Talos Energy). “Voy a aprovechar a informar el día 16 de septiembre, el día de nuestra Independencia, sobre este asunto”, declaró. “No vamos a informar antes”.


Si el episodio de 2019 es una guía, su gobierno buscará llegar a un acuerdo con EU y Canadá y sus respectivas empresas para el 16 de septiembre, cuando ya habrá pasado más de la mitad de los 45 días de las consultas. Y sea cual sea el resultado, dirá, como en Tijuana, que ganó y que la soberanía nacional quedó a salvo. Y por si hicieran falta más coincidencias, ayer López Obrador dijo que mandará una carta al presidente Joe Biden para explicarle las cosas.


¿Por qué no se esperará a que esto lo resuelva un panel de controversia? Sencillo: por el gran riesgo que tiene de perder y que, como resultado, se impongan a México aranceles compensatorios que afectarían, no a su gobierno, sino a exportadores mexicanos como los productores de aguacate.



Más entradas de Bitácora del director