Pasiano: 261 días preso... y contando

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 18 Jul 2022 - 09:27hrs



El 6 de mayo de 1990, el entonces alcalde de Aguililla, Michoacán, Salomón Mendoza Barajas, se apersonó en el cuartel militar para denunciar el maltrato a un habitante del municipio por parte de agentes de la Policía Judicial Federal, quienes, en el curso de un operativo antidrogas, le habían robado un vehículo. 


Mendoza ya no salió de allí. Fue detenido y torturado. Lo acusaron de poseer armas y drogas, así como de haber asesinado a dos elementos policiacos y de causar lesiones a dos más. Mendoza –quien era militante del PRD– y otros cinco aguilillenses fueron trasladados a la Ciudad de México y encarcelados en el Reclusorio Norte. Ese caso y el del asesinato de la abogada sinaloense Norma Corona dieron lugar a la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. En una de sus primeras recomendaciones, en noviembre de 1990, la CNDH pidió y obtuvo la liberación de Mendoza. 


Treinta y dos años después, el encarcelamiento de otro alcalde ha atraído la atención nacional. Este 27 de marzo, Pasiano Rueda Canseco y su planilla, postulados por el Partido del Trabajo (PT), ganaron la elección extraordinaria para integrar el ayuntamiento de Jesús Carranza, Veracruz, derrotando a la que presentó Morena. La noticia no habría tenido nada de sorprendente, si no fuera porque el candidato a presidente municipal fue impedido de hacer campaña por encontrarse preso, en Tuxpan, a 500 kilómetros de distancia. 


El 30 de octubre de 2021, cuando estaba en Acayucan para asistir a una reunión política, Rueda fue sacado de su hotel por la policía y acusado de ultrajes a la autoridad, una figura legal que fue usada durante meses por el gobierno veracruzano para encarcelar a opositores y personajes incómodos –incluso a ciudadanos de a pie– sin tener que presentar pruebas en su contra. 


 De acuerdo con el Ministerio Público, Rueda fue detenido porque había protagonizado una riña en la vía pública y había sacado una pistola a los policías que intervinieron para detener la pelea. Después de ser sometido, al ganadero, supuestamente, le encontraron 10 bolsas de mariguana y otras tantas de cocaína. 


El testimonio de los policías fue suficiente para encarcelarlo. 


A principios de marzo, la Suprema Corte declaró la invalidez del delito de ultrajes a la autoridad, contenido en el Código Penal de Veracruz, y ordenó la liberación de casi 2 mil personas encarceladas por ese motivo. Sin embargo, Rueda continuó preso. 


Ganó la elección desde la cárcel. Y seguía en ella el 1 de julio, día de la toma de posesión en Jesús Carranza, cuando tuvo que asumir el cargo el alcalde suplente Enrique Cruz Canseco. 


Luego de un largo proceso penal, el juez noveno de Distrito con residencia en Coatzacoalcos determinó que la detención de Rueda había sido ilegal y ordenó su liberación. La justicia federal también puso un plazo al juez de control Tirso Hernández Ayala para cumplir la sentencia de la Suprema Corte sobre el delito de ultrajes a la autoridad y liberar a Pasiano. 


A punto de vencer el ultimátum, y bajo advertencia de que podría ser procesado, el juez Hernández convocó a audiencia, pero, cuando se esperaba que el alcalde fuese liberado, decidió mantenerlo en la cárcel mientras se investiga la supuesta posesión de drogas que achacaron a Rueda cuando fue detenido, hace ya 258 días. De manera increíble, el juzgador admitió como evidencia contra Rueda una nota periodística en la que el gobernador Cuitláhuac García decía que el alcalde podría estar relacionado con un personaje del crimen organizado. De acuerdo con el mandatario estatal, el delincuente apodado El Vani, presunto integrante de La Familia Michoacana, habría financiado campañas electorales en el sur de Veracruz, incluyendo el municipio de Jesús Carranza.


 Rueda sigue preso por un chisme. En 1990, el presidente Carlos Salinas de Gortari tuvo la sensibilidad de entender que la acusación contra Mendoza Barajas era una patraña y ordenó la creación de la CNDH, que recomendó su liberación. En 2022, el presidente López Obrador, que conoce el caso –porque simpatizantes de Rueda detuvieron su camioneta en una gira para explicárselo–, sigue diciendo que Cuitláhuac, con quien se reunió este fin de semana, es incapaz de encarcelar adversarios. 


Y de la CNDH, ni sus luces. 


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