Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 12 Nov 2024 - 09:06hrs
En estos días se cumplen cinco años de la aparición del coronavirus en Wuhan, China, que se expandiría por el mundo causando alrededor de siete millones de muertes por causas directas y afectaciones a la economía internacional por cerca de tres billones de dólares, o 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto global, tan sólo en 2020.
Aunque no hubo país del mundo en el que no se presentaran casos de contagio por covid, el desempeño de las autoridades sanitarias frente al golpe de la pandemia fue disparejo.
Ejemplo de esos contrastes fue el de México y Japón, naciones que en ese momento tenían poblaciones de tamaño equivalente. Mientras que en el país asiático ocurrieron 33 millones de contagios, pero solamente 74 mil 694 fallecimientos, en México hubo 7.7 millones casos y 333 mil 336 decesos, de acuerdo con datos oficiales.
Un estudio realizado por la Comisión Independiente de Investigación de la pandemia reveló en mayo de este año que el número real de fallecimientos por el covid superó el medio millón y que, de ellas, casi 300 mil no se debieron a fallas estructurales, sino a errores de gestión. Es decir, que esas muertes se hubieran podido evitar con una mejor estrategia.
¿Cuáles fueron algunas de las decisiones gubernamentales que propiciaron ese saldo? Entre ellas, la falta de convocatoria regular del Consejo de Salubridad General, la subestimación de la gravedad del SARS-CoV-2, medidas erráticas sobre el confinamiento y el uso del cubrebocas, y, sobre todo, la lentitud en la aplicación de pruebas de diagnóstico y la política de austeridad que afectó compra y aplicación de vacunas.
El desastre de la gestión de covid en este país, que encabezó el subsecretario Hugo López-Gatell, se manifestó en la muerte de 4 mil 800 trabajadores de la salud y 215 mil niños y niñas en la orfandad, rubros en los que México encabezó la lista de afectaciones a nivel mundial. Entre los diez países más poblados del mundo, México quedó en cuarto lugar en el número de fallecimientos por millón de habitantes.
Todo esto ha vuelto a ser noticia por los dichos de Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, quien, el fin de semana pasado, en reuniones con militantes en Veracruz y Chihuahua, criticó al Poder Judicial por haber otorgado “amparos para evitar la vacunación contra el covid”.
Esa información es falsa. En contra de lo que afirma Alcalde, si algún papel jugaron los jueces en esa etapa fue otorgar la protección de la justicia federal a ciudadanos que reclamaron la falta de atención de las autoridades sanitarias, en la que se destacó el rechazo a vacunar a determinados grupos de población como los niños. Tan es así que, en septiembre de 2021, López-Gatell fustigó a aquellos que tramitaban amparos para recibir vacunas que pensaran primero en ellos mismos que “en el bienestar colectivo”.
Entre las personas que fueron blanco de esa crítica estuvo Ana Márquez, cuyo hijo Iñaki, quien entonces tenía 12 años de edad, fue beneficiario de la orden de un juez federal de Toluca para ser vacunado, en momentos en que la inmunización no estaba disponible para menores de 13 años.
La abogada y psicóloga, quien padece asma alérgica –igual que su hijo– estuvo a punto de morir a causa del covid y buscaba evitar que éste pasara por el mismo trance. Así lo relató en su momento en un video que posteó en redes sociales y confirmó en una conversación para esta Bitácora.
Probablemente el mal recuerdo que dejó el covid en México hubiera pasado de largo en el actual recuento que se está realizando a nivel mundial, con motivo del quinto aniversario de la aparición del coronavirus, pero la exsecretaria de Gobernación decidió mentar la soga en la casa del ahorcado.
Su defensa a ultranza de la Reforma Judicial –que, por lo visto, requiere de divulgar falsedades– ha traído a la memoria el triste papel que en su momento jugó López-Gatell, a quien, hasta ahora, a seis semanas de la toma de posesión, no le ha tocado ni un huesito en el nuevo gobierno. Por algo será.