México ausente

| 12 Oct 2023 - 10:33hrs

Extrañado por el hecho de que no había llegado a Marrakech ningún representante de México para participar en la reunión del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, un directivo de este último organismo financiero internacional envió un mensaje a la Secretaría de Hacienda para saber por qué.

La respuesta que recibió le sorprendió: “El Presidente nos prohibió que fuéramos”. No puede descartarse que poco o nada hubiera en la agenda de la reunión que fuera de interés inmediato para México o que en estos momentos la prioridad del gobierno en materia de finanzas fuera el reperfilamiento de la deuda de Petróleos Mexicanos, para lo cual hay que viajar más bien a Londres y Nueva York.

Pero ¿de verdad puede darse el lujo la décimo cuarta economía del mundo de dejar vacía su silla en un encuentro de este tipo?

Ya había pasado, hace un mes, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador prefirió ir a la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado en Chile, llevándose a la canciller Alicia Bárcena, que viajar a Nueva Delhi a la reunión del G20, donde hubiera podido encontrarse con los presidentes Joe Biden y Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro Narendra Modi. Esa vez, la representante de México fue la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.

Ayer comentaba aquí que México ha estado ausente del escenario mundial durante la actual administración. Aunque eso siempre es una mala idea para un país del tamaño de México, lo es todavía más ahora, pues tendría que estar mostrando las ventajas que tiene como destino de inversiones en el marco del nearshoring.

Una presencia internacional muy activa sería una buena manera de contrarrestar informaciones negativas que salen de aquí, como que el país no sabe honrar los términos en los que se negocian los contratos o que no tiene energía suficiente para satisfacer las necesidades futuras de la industria o que no tiene idea de cómo resolver la crisis de inseguridad que lo aqueja.

Brasil ha hecho todo lo contrario. Pese a que el presidente Lula no es precisamente partidario de la globalización, no deja de viajar por el mundo presumiendo los logros de su país, que asumirá la presidencia del G20 a partir de diciembre, para lo cual Lula ya ha anunciado que el foco de su gestión al frente del grupo será enfrentar el hambre y acabar con ella para 2030. Uno puede discrepar de la visión ideológica de Lula —quien también quiere ampliar la membresía del grupo de los BRICS y acabar con la “sumisión” al dólar—, pero es imposible regatear su vertiginoso activismo internacional, el cual ha ayudado enormemente a su país para cosechar, hasta ahora, mayores montos de inversión extranjera que México.

Dudo que la ausencia de México en Marrakech —donde también se reunirán los ministros de finanzas del G7 y el G20— sea sólo un tema de austeridad (en su texto de este mes en la revista Nexos, Guillermo Cejudo, catedrático del CIDE, demuestra que los ahorros han sido “muy modestos” y que sólo han servido para “legitimar ajustes en los presupuestos” y “centralizar las decisiones”), sino reflejo de una manera equivocada de percibir el papel de México en el mundo.

BUSCAPIÉS

*Ayer regresaron al país 287 mexicanos que se habían quedado atrapados en Israel, en medio del conflicto iniciado por los ataques de Hamás. Fue un acierto del gobierno mandar por ellos, una misión que la Sedena cumplió con eficacia y prontitud. Sin embargo, aún faltan dos por rescatar: Ilana Gritzewsky y Orión Hernández, quienes aparentemente fueron secuestrados por los terroristas. Ayer hablé en Imagen Radio con Gabriel de la Fuente, amigo de la familia del segundo, quien me dijo que ningún funcionario de la Cancillería mexicana se ha acercado para brindarles asistencia. En el caso de Ilana parece suceder lo mismo, pues su hermano Jaim posteó un mensaje en redes suplicando ayuda “para salir de esta pesadilla”. Un país se da a conocer de muchas maneras; entre ellas, por la forma en que da la mano a sus nacionales cuando éstos enfrentan un problema en el extranjero.