Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 20 Feb 2023 - 08:07hrs
El presidente Andrés Manuel López Obrador suele celebrar la manera en que ha aumentado el envío de dinero por parte de trabajadores migrantes.
“Héroes”, los ha llamado.
Ciertamente hay mucho de heroico en tomar la dura decisión de abandonar su lugar de residencia para buscar en otro país las oportunidades que aquí no tienen, dejando atrás a sus seres queridos. Los migrantes viajan dispuestos a correr riesgos personales. Atraviesan zonas peligrosas, cruzan desiertos y ríos, y se ponen en manos de coyotes, que muchas veces –lo hemos visto repetidamente– los hacinan en cajas de tráileres para evitar que sean detectados. Si llegan a cruzar la frontera, deben cuidarse de no ser aprehendidos y deportados.
Todo eso lo aguantan, está probado, pero quién sabe cómo repercute en ellos la angustia de no saber si sus familias estarán bien durante su ausencia.
Y es que muchas regiones expulsoras de trabajadores se han convertido en zonas rojas de la delincuencia. Ésta, incluso, se ha vuelto una nueva razón para emigrar, como ha ocurrido con residentes de Aguililla, Michoacán, y Petatlán, Guerrero, entre otros lugares asolados por la criminalidad.
Recientemente, las fiestas de Jerez, Zacatecas, se llevaron a cabo a medias, por la violencia que ha ocurrido en ese pueblo mágico. En vísperas de la llamada Jerezada, una casa del centro de la cabecera municipal fue incendiada y se reportó el secuestro de varias personas. Esto llevó a varios protagonistas de los festejos a cancelar su participación. El tradicional desfile de carnaval que se llevaba a cabo año tras año se cambió por una marcha por la paz.
También se notó la ausencia de un grupo del que depende la viabilidad económica de la Jerezada: los migrantes. La reconoció el propio presidente del Comité de Pueblos Mágicos, Jorge Enrique Martínez.
La migración de Jerez es una de las más antiguas en Estados Unidos, junto con la del también zacatecano municipio de Jalpa. Fueron jerezanos quienes crearon el Club Social Hermandad Latina, uno de los clubes zacatecanos que realiza inversiones a favor de los migrantes en Estados Unidos.
El presidente López Obrador tiene entre sus personajes literarios favoritos al poeta Ramón López Velarde –nacido en Jerez y cuyo centenario luctuoso se conmemoró en 2021– y, como le digo, suele agradecer a los migrantes por el dinero que envían. Pero, ¿qué pasa con la inseguridad en la que viven las familias de los migrantes que se quedan en Jerez y otras partes del país? ¿Quién cuida de ellas mientras los heroicos migrantes trabajan en el exterior?
Buscapiés
* A fines del año pasado, el sector salud cambió un medicamento que se venía recetando a niños con leucemia aguda. En lugar de suministrarles mercaptopurina de la marca Purinethol, producido en México por Aspen, les dieron una fórmula supuestamente igual, marca Varimer, importada de Argentina, donde es fabricada por Vanquish, empresa que no tiene registro sanitario en México. Al tomar esta última medicina, los pacientes sufrieron recaídas, además de experimentar síntomas como náuseas, dolor de cabeza y extrema inapetencia. ¿Quién está jugando con la salud de los niños?
* La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador justificó su decisión de encabezar la condena al embargo económico a Cuba diciendo que, cuando el tema se somete a votación en la ONU, la enorme mayoría de los países pide que esa medida termine. Pues ahora México se está quedando casi solo en su silencio ante los atropellos del régimen de Daniel Ortega. El fin de semana, el presidente chileno, Gabriel Boric, reprobó, en términos muy duros, la decisión de privar a opositores nicaragüenses de su nacionalidad. ¿Seguirá callando el gobierno mexicano? Con su postura sobre Perú, ya no puede alegar que no interviene en la política de otros países.