2024: la dimensión desconocida

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 06 Dic 2022 - 08:39hrs

Falta año y medio —días menos— para las elecciones federales de 2024 y desde el oficialismo se quiere crear la impresión de que ya nada se puede hacer para evitar que gobierne el país otro sexenio. Sin embargo, el tiempo político es maleable y lo mismo puede ser que estos 18 meses transcurran como un suspiro o duren una eternidad.


¿Qué es lo que podemos decir al respecto, en un ánimo de ser puntuales y no caer en la especulación barata? Para comenzar, que si hoy fuera la elección presidencial, no cabe duda que la ganaría la coalición que encabeza Morena. No hay encuesta que no lo señale así.


Sin embargo, siendo eso cierto, la elección no será hoy, sino dentro de año y medio, por lo que las mediciones que se hacen son hipotéticas y no toman en cuenta —no tendrían por qué hacerlo los encuestadores a estas alturas— que las candidaturas no se han definido. No la del oficialismo, aunque la lista de los posibles sea muy reducida, y, mucho menos, las de la oposición. ¿Quién apostaría hoy su casa sobre los nombres que aparecerán en la boleta? Creo que, en sus cabales, simplemente nadie.


Así que las encuestas son un retrato de algo que no sólo no existe, sino que quién sabe si vaya a existir, lo cual no quiere decir que el ejercicio sea fútil. Luego, no puede descartarse un nuevo triunfo del oficialismo, pero faltan demasiadas cosas por pasar. Y ya hemos visto cómo, en México y otros países, en materia electoral se cae la sopa entre el plato y la boca. ¿Cuáles son algunas de ellas? Las enlisto:


1) No sabemos quién se llevará las elecciones para gobernador en el Estado de México y Coahuila. Y si bien se puede ganar cualquiera de esas entidades —incluso las dos— y perder la Presidencia, es posible que en esta ocasión los resultados incidan en el ánimo del electorado rumbo al 24.


2) No sabemos qué sucederá con motivo de la definición de la candidatura del oficialismo. Por ejemplo, qué harán quienes no la obtengan. ¿Se contentarán con las sobras que les toquen y cerrarán filas o buscarán competir por su lado, dividiendo a los suyos? En particular, ¿qué harán en un caso así el canciller Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal?


3) No sabemos si la oposición se presentará a la elección en bloque o separada. Tampoco podemos adivinar hoy cómo definirá a su aspirante o aspirantes ni quién o quiénes serán y, mucho menos, cómo se desenvolverá la campaña.


4) ¿Cómo impactarán en la decisión de los votantes la situación económica o la seguridad pública? Si hay recesión, ¿qué tan profunda será? Si se mantiene la inflación, ¿cuánto tardará en bajar? Si persiste la violencia en las calles, ¿qué tanto la tomarán en cuenta los ciudadanos que vayan a las urnas?


5) Hasta ahora, ningún escándalo parece haber afectado la popularidad del Presidente, pero, ¿será siempre el caso? Y hablando de sus niveles de aprobación, ¿son transferibles en automático al candidato o candidata de su partido?


La elección de 2024 —cercana o lejana, como se quiera ver— aún tiene una serie de incógnitas. Sin conocer cómo incidirán dichas variables, el pronóstico es ocioso. Desde luego, las probabilidades se inclinan hoy a favor del oficialismo, pero eso está muy lejos de significar que su triunfo en 2024 es irremediable. Más bien, los esfuerzos que se hacen desde el gobierno para crear esa impresión y para incidir en la conformación de las autoridades electorales parecen indicar que no hay certeza en esa victoria.


BUSCAPIÉS


Parece que los criminales a nada le temen en Zacatecas. Pese a que fueron enviados dos mil elementos de la Guardia Nacional a la entidad después del homicidio del general Urzúa Padilla —primera vez que matan a un militar de ese rango en la historia moderna de México—, y, con todo y la vigilancia supuestamente reforzada, el fin de semana incendiaron dos casetas de cobro, bloquearon carreteras federales con vehículos robados, regaron ponchallantas en el pavimento, intentaron provocar una fuga de reos y asesinaron a un juez. ¿Quién manda allí?

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