Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 10 May 2024 - 11:02hrs
Si algo ha caracterizado al actual proceso electoral, que inició el 7 de septiembre, ha sido la frecuencia con que Andrés Manuel López Obrador ha sido apercibido por el INE a causa de expresiones suyas en las conferencias matutinas de Palacio Nacional.
Semanas antes, la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto ya había recordado al Ejecutivo cuáles eran sus obligaciones en torno de la contienda que culminará el 2 de junio.
“Se ordena al Presidente de la República se abstenga, bajo cualquier modalidad o formato, de realizar manifestaciones, emitir comentarios, opiniones, o señalamientos sobre temas electorales. Ya sea de forma positiva o negativa, cuidando que su actuar se encuentre ajustado a los principios constitucionales de imparcialidad y neutralidad”, manifestó la Comisión el 28 de julio pasado.
Y es que, dos días atrás, López Obrador había comentado en su mañanera, e incluso había colocado en la pantalla del Salón Tesorería, una encuesta que daba una ventaja amplísima a su partido en la carrera presidencial, que aún no tenía candidatos.
El tabasqueño suele aludir a las intervenciones del entonces presidente Vicente Fox en el proceso electoral 2006 para justificar sus propias interferencias en el que está en curso. “¡Cállate, chachalaca!”, fue una expresión que López Obrador usó entonces para exigir que Fox dejara de opinar sobre aquella contienda.
Siempre olvida mencionar, sin embargo, que el 19 de febrero de aquel año —cuatro meses y medio previo a la jornada electoral— los partidos políticos suscribieron un acuerdo de neutralidad que obligaba a los servidores públicos a no intervenir en la elección. Antes de que se diera a conocer, Fox fue informado de su contenido y, a regañadientes, lo acató.
En ese tiempo, el marco legal no contemplaba las restricciones que hoy contiene respecto de la conducta de los servidores públicos y lo que pueden comunicar durante las campañas electorales. Éstas fueron resultado de las quejas que López Obrador expresó luego de su derrota contra Felipe Calderón. Y aunque la Constitución es muy específica al respecto, el actual Presidente ha decidido no respetarla.
Eso ha llevado a López Obrador a ser apercibido numerosas veces por sus expresiones, que han atentado contra la equidad del proceso. La Comisión de Quejas y Denuncias del INE le ha ordenado modificar o eliminar el contenido de 30 conferencias mañaneras desde que se inició el proceso electoral, la mitad de ellas a partir de que arrancaron las campañas el 1 de marzo.
Quizás para evitar que se le sigan acumulando las amonestaciones —que ya lo han convertido en el Presidente que más veces ha violado la Constitución en materia electoral—, López Obrador dijo ayer que el material audiovisual y escrito de sus conferencias sólo durarán 24 horas en los sitios web del gobierno y en sus cuentas en redes sociales.
El pretexto que usó es que la Presidencia no sabe editar dichos materiales —algo que se hace todos los días en programas de radio y televisión— y que, por tanto, no puede cumplir con la instrucción de retirar el contenido impugnado. Ahora, dijo, retirarán la grabación y transcripción completas.
Así, López Obrador podrá seguir diciendo lo que quiera y previo a que las quejas de la oposición ante el INE se transformen en nuevos apercibimientos, el contenido habrá desaparecido.
A 23 días de los comicios, ya puede decirse, al margen del resultado, que el actual proceso es inequitativo —y lo ha sido desde antes de su arranque—, en buena medida por las constantes opiniones del presidente López Obrador en su mañanera. A diferencia de Fox, a él nadie logró callarlo.
BUSCAPIÉS
*Hay promesas de campaña que suenan muy bien, pero uno siempre debe tener cuidado cómo vota. No vayamos a terminar arrepentidos, como los británicos. Hace ocho años, 52% de los electores en Reino Unido votó por salir de la Unión Europea, pero hoy sólo 43% cree que el Brexit fue buena idea (fuente: Poll of polls, What UK Thinks). Razonar el voto es una tarea ciudadana fundamental.