Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 08 Ago 2023 - 09:23hrs
Uriel Carmona, el fiscal morelense detenido el viernes pasado, no es el primer responsable estatal de procuración de justicia en ser removido por no convenir a los intereses de un gobierno morenista. Ya había sufrido esa suerte Jorge Winckler, el fiscal de Veracruz, en septiembre de 2019.
Tanto Carmona como Winckler llegaron a sus cargos antes de la alternancia de 2018 en sus respectivos estados y resultaban incómodos para quienes arribaron entonces al poder.
Winckler fue removido por el Congreso estatal, en un proceso irregular y valiéndose de pretextos administrativos. Posteriormente, la policía estatal cercó sus oficinas. El funcionario destituido se declaró perseguido político y se ocultó durante tres años, hasta que fue ubicado en Puerto Escondido, Oaxaca, y sometido a proceso y encarcelado. En el caso de Morelos, el Congreso estatal no fue tan obsequioso. Carmona fue detenido con base en los resultados de una autopsia con los que discrepó la fiscalía de la Ciudad de México. Ésta lo acusa de haber ocultado las pruebas de un presunto feminicidio.
Ayer, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente lo declaró culpable, cuando aún es indiciado. “Él tuvo que ver con el ocultamiento de la verdad sobre el asesinato de una joven en la Ciudad de México y por eso interviene la fiscalía capitalina”, dijo. ¿Qué puede esperar el estado de Morelos, ahora que Carmona fue separado del cargo? Quizá lo mismo que ocurre en Veracruz, donde la fiscalía –a cargo de Verónica Hernández Giadáns– se ha convertido en un instrumento para perseguir a opositores.
Antes de arribar al cargo, Hernández fue la directora jurídica de la Secretaría de Gobierno del estado, que encabeza Éric Patrocinio Cisneros. En Veracruz se dice que quien realmente maneja la fiscalía es éste. En todo caso, la dependencia se ha encargado, en connivencia con el Poder Judicial estatal, de procesar a distintas personas a los que el gobierno estatal ha dado trato de enemigos.
De no ser por la intervención de jueces federales, varios de ellos, como José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, y Pasiano Rueda Canseco, alcalde de Jesús Carranza, seguirían en prisión.
Casualmente, la fiscalía veracruzana tiene en sus manos un caso de presunto feminicidio que no ha valido a Hernández ser tratada con el rigor que ha conocido Carmona. Me refiero a la muerte de Gloria Carolina Cházaro, teniente de la Armada de México, quien fue la primera comandante de un barco militar en el país, que ha sido clasificada como suicidio.
Familiares de Cházaro exigen indagar su muerte como un feminicidio a manos de su pareja, otro oficial de la Armada. De acuerdo con un hermano de la víctima, hay un video de una cámara de vigilancia en el que se ve que el hombre señalado abandona la casa de Fortín de la Flores donde fue encontrado el cuerpo, minutos antes de que se realizara el hallazgo. Denuncia, además, que la investigación ha sido deficiente, pues las pruebas periciales se levantaron dos semanas después.
¿Qué papel cumplirá quien sustituya a Carmona en la fiscalía morelense? De entrada, será interesante saber si las pesquisas sobre las presuntas relaciones del gobernador Cuauhtémoc Blanco con personajes del crimen organizado continúan o se detienen. La suerte de las fiscalías autónomas parece estar echada. En los hechos, se está regresando al esquema anterior: el de los procuradores dependientes de la voluntad del gobernador.
BUSCAPIÉS
Hablando de Veracruz: si en algún lugar se ha partido el lopezobradorismo es en ese estado. El secretario Cisneros fue desplazado como representante local de las aspiraciones de Claudia Sheinbaum y ese papel ahora lo cumple el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local y hermano de Alejandro Gómez Cazarín, brazo derecho de la gobernadora campechana Layda Sansores. Cisneros, quien aspira a la gubernatura, es de los escasos altos funcionarios morenistas en haber sido criticado en la conferencia mañanera (curiosamente, ¡por promover su imagen!).