Todo cambió

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 13 Jul 2023 - 08:26hrs

La madrugada del 12 de junio –hoy hace un mes–, la senadora Xóchitl Gálvez arribó en bicicleta al Zócalo con la intención de ser recibida en Palacio Nacional para ejercer su derecho de réplica en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.


Pese a traer en la mano una orden judicial, Gálvez fue impedida de entrar. Luego de sortear a la claque oficialista que se había reunido para insultarla, y de brincar las vallas que resguardan la antigua sede de los virreyes, la legisladora hidalguense llegó hasta la entrada del inmueble y, en una imagen que dio la vuelta al mundo, se quedó tocando la puerta sin recibir respuesta del otro lado.


La exigencia de Gálvez de hablar en la mañanera se derivó de un comentario del Presidente, quien el 5 de diciembre de 2022 afirmó que ella había dicho –días antes, en la Feria del Libro de Guadalajara– que había que acabar con el programa de apoyo a los adultos mayores. Sin embargo, lo que realmente señaló la extitular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas es que dicho programa resultaba insuficiente.


Enterado de la petición de derecho de réplica que había hecho la senadora, el mandatario se negó a recibirla, aunque aceptó que lo haría si un juez lo obligaba. Gálvez acudió ante el Poder Judicial y obtuvo esa orden, pero no fue suficiente para el tabasqueño. “Lo que la señora busca es hacerse publicidad”, reclamó López Obrador. “Que haga su propia conferencia”, le recomendó.


Dueño de los días en Palacio, el Presidente pudo controlar lo que sucedía puertas adentro, pero no lo que acontecía afuera. Su negativa a otorgar el derecho de réplica se transformó en un fenómeno social que cambió en unos cuantos días el panorama político de cara a las elecciones del año entrante. Parte de lo que lo ha impulsado han sido las constantes referencias a Gálvez en la mañanera.


Antes del 12 de junio pasado, los comicios parecían un día de campo para el oficialismo. La noche del día 5, exactamente una semana antes, López Obrador se había reunido con sus corcholatas –en una cena privada, realizada en un restaurante, a unos pasos de Palacio Nacional– y allí había dictado cómo se realizaría el proceso interno que culminará con la postulación de uno de ellos. Fue su manera de poner orden en una sucesión adelantada –por él mismo, hay que decirlo–, que ya exhibía pleitos internos entre los aspirantes.


 


La solución logró establecer reglas, pero ahora la coalición liderada por Morena está atrapada en una mecánica que suscita poco interés y que no ha logrado terminar con las diferencias internas, pues tres de los contendientes (Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña) la han emprendido contra los otros dos (Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández) para que aclaren de dónde sale el dinero para su publicidad.


La oposición, por su parte, parece haber despertado de su letargo. Durante largos meses, parecía que no sería competitiva en 2024, pero el súbito interés que ha suscitado Xóchitl Gálvez y el proceso interno para definir la candidatura del Frente Amplio por México ha hecho que los reflectores volteen hacia ella más de lo que lo hacen hacia el corcholatour. Y es que la falta de debate público entre los aspirantes a la candidatura de Morena y la constante repetición de loas al Presidente y su gobierno se han vuelto un espectáculo tedioso.


Aunque es temprano para saber qué tan disputada será la elección. Falta mes y medio para que emerjan los nombres de los contendientes de una y otra coalición. Aún pueden darse fenómenos de ruptura y adhesión, así como revelaciones informativas y otros acontecimientos políticos que marquen el proceso y lo hagan moverse en un sentido o en otro.


Sin embargo, lo cierto es que todo cambió respecto a lo que sucedía hace apenas un mes. Y eso debe volver a enseñarnos una regla básica de la política: quien piensa que su signo es la inmovilidad corre el peligro de equivocarse. Siempre hay una chispa que puede incendiar la pradera.


El autor de esta Bitácora se tomará unos días para descansar y reflexionar.

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