La clase media y la sucesión de 2024

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

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| 22 Mar 2023 - 07:49hrs

Una de dos: o el canciller Marcelo Ebrard no registró la advertencia de “nada de zigzaguear, nada de medias tintas” –lanzada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a sus corcholatas el sábado pasado en el Zócalo–, o realmente está dispuesto a apartarse de la línea política del tabasqueño y construir su propia propuesta para alcanzar la candidatura en 2024.


El lunes, en la presentación de su libro El camino de México, Ebrard afirmó que el país está a tiempo de “cambiar para siempre” y convertirse en una nación de “clase media mayoritaria”.


Pocos mensajes pueden ser más tóxicos para la autodenominada Cuarta Transformación que ése, pues su éxito electoral se ha basado en la entrega de programas sociales. Un país de clase media mayoritaria implicaría que muchos de los actuales beneficiarios emergieran de la pobreza, con lo cual dejarían de ser destinatarios del asistencialismo y, por tanto, no dependerían del gobierno y su partido.


Debo decir que yo estoy de acuerdo con mucho de lo que antier planteó Ebrard en el Palacio de Minería. México, efectivamente, se encuentra ante una oportunidad dorada para detonar su desarrollo mediante la atracción de inversiones y la creación de empleos bien remunerados, aunque eso depende que haga las tareas que se requieren en el contexto del llamado nearshoring, entre ellas la de dotar a la industria de energía y de cuadros profesionales, un par de cosas que no cuadran con las políticas que se han puesto en práctica desde 2018.


Nada estoy inventando. Por un lado, México ha tenido que rechazar importantes inversiones por la incapacidad de la CFE de garantizarles energía suficiente. Por otro, ayer mismo se quejó el presidente López Obrador de que Estados Unidos estaba “pirateando” trabajadores mexicanos, lo cual quizá quiere decir que no se están formando.


El país en el que piensa Ebrard –y, en muchos aspectos, yo también– no es en el que piensa López Obrador. A él la clase media le parece insoportablemente aspiracionista. A pesar de que ese grupo social fue fundamental para que ganara la elección de 2018, se la ha pasado sobajándolo desde que llegó a la Presidencia. Y no sólo de palabra: por sus políticas económicas, millones de clasemedieros mexicanos han regresado a las filas de la pobreza.


Por si a alguien le quedara alguna duda de lo nada prioritaria que es la clase media para el proyecto del tabasqueño, baste recordar lo que éste dijo el pasado 4 de enero, cuando admitió que ayudar a los pobres era una “estrategia política”, pues al hacerlo, argumentó, “va uno a la segura, porque ya sabe de que, cuando se necesite defender, en este caso, la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos”, cosa que no sucede, agregó, “con sectores de clase media ni con los de arriba”.


 


Unos días después de esa declaración, el alcalde de Tancoco, Veracruz, el morenista Celerino Hernández Mena, se sinceró y declaró a los medios que muchos de los habitantes de su municipio que reciben programas sociales –aproximadamente la mitad de ellos– ya no aceptaban ofertas de empleo, porque el gobierno les da dinero sin trabajar.


En el hipotético caso de que llegara a la Presidencia, ¿qué tendría que hacer Ebrard para revertir esa situación y expandir la clase media? Obvio, promover inversiones y crear las condiciones para que se generen empleos y que, así, la gente no tenga que depender de los programas sociales.


Por cierto, no sé si el canciller tenga claro que, al ritmo que están creciendo, los programas sociales serán eventualmente impagables, y cuando llegue ese momento, es muy probable que provoque estallidos sociales. Me encantaría platicarlo con él, pero desafortunadamente sólo da entrevistas light.


El sábado pasado, al rechazar las “medias tintas”, el Presidente dejó claro que sólo quiere como aspirante de Morena en 2024 a alguien hecho a su imagen y semejanza. ¿Qué hará Ebrard, desafiar ese deseo o bajarle a sus declaraciones de que quiere un México de clase media mayoritaria?

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