Bitácora del directorPascal Beltrán del Río |
| 31 Oct 2022 - 09:06hrs
El Inegi dio a conocer hace unos días las principales causas de muerte en México. La división de los datos por grupos de edad permite sacar conclusiones sobre las dificultades que enfrentan niños y niñas en el México de hoy.
De por sí, la infancia no la ha pasado bien en los cuatro años recientes. Los padres perdieron el apoyo para guarderías y desaparecieron los presupuestos para educación especial y escuelas de tiempo completo.
Luego vino la pandemia, que obligó a cerrar los centros educativos sin que se ofreciera una alternativa real para continuar con las clases. Cuando se reabrieron las aulas, cientos de miles de niños no volvieron y un número incalculable se retrasó en la adquisición de conocimientos necesarios. A la fecha no existe un diagnóstico de la deserción escolar ni, en consecuencia, una estrategia para remediarla. Tampoco los hay sobre el rezago en el aprendizaje que provocó el confinamiento.
Pero los problemas de la niñez no terminan en la instrucción. El año pasado, de acuerdo con datos del Inegi, casi mil 300 menores de 14 años de edad murieron a causa de tumores malignos, un dato que hace recordar la crisis que han vivido los niños enfermos de cáncer por la escasez de medicamentos. Los actos de protesta protagonizados por sus padres han sido condenados por parte de este gobierno, al punto de ser calificados por Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, como “golpistas”.
La cantidad de fallecimientos por dicho motivo es prueba de que el problema es real y no político. Para los niños de entre uno y cuatro años de edad, se trata de la tercera causa de muerte, mientras que para aquellos entre cinco y 14, es la segunda. Otros mil 755 niños fallecieron por accidentes, una causa de muerte contra la que no existe una política pública federal relevante de carácter preventivo. Fue la primera razón de deceso para los niños de entre cinco y 14 años; la segunda para los de uno a cuatro años, y la tercera para los recién nacidos.
Covid también ha dejado su marca de forma importante en la niñez mexicana. Las estadísticas del Inegi dan cuenta de 504 fallecimientos de menores de 14 años de edad en 2021. Además, de acuerdo con un estudio de la revista científica The Lancet, México lidera la lamentable lista de los países en los que más menores de edad se han quedado huérfanos a causa de la enfermedad o han perdido a su principal cuidador por la misma causa. A principios de este año, la publicación calculó que casi 178 mil niñas y niños han perdido a sus padres, mientras que otros 275 mil se han quedado sin sus cuidadores cercanos, como abuelos o tíos.
Asimismo, los niños han sido tocados por la violencia. Encima de sus efectos indirectos —como la exposición a balaceras y el asesinato de sus padres, otros familiares o amigos—, 309 menores de 14 años murieron por agresiones el año pasado y 204 más por lesiones autoinfligidas.
El homicidio fue la quinta causa de muerte entre los niños y niñas de entre cinco y nueve años y la cuarta para aquellos de entre diez y 14, mientras que, para ese último grupo de edad, el suicidio fue la cuarta razón. ¿Qué puede llevar a un niño a la decisión de quitarse la vida? Tenemos la obligación de averiguarlo y actuar.
La niñez mexicana está pasando por un periodo muy duro. Toca a todos los adultos crear conciencia sobre esta situación y a los gobernantes, diseñar programas para superarla. Sentarnos a contemplarla no es opción, a menos de que estemos dispuestos a pagar en el futuro el grave costo que tendrá esa desidia.
Buscapiés
En menos de un mes, Rosario Piedra cumplirá tres años al frente de la CNDH. Durante ese tiempo, la institución se ha olvidado casi por completo de su misión. Ahora la emprende contra el INE, pese a que no es competente en asuntos electorales, confirmando su triste papel de apéndice del gobierno.