Tinta y tinte de una mujerValeria Aime Tannos DÃaz |
| 09 Abr 2024 - 08:36hrs
Esta semana de nuevo me encuentro sumergida en las lecturas de España. Amelia Tiganus, autora del libro titulado “La revuelta de las putas”, te lleva a vivir un poco la experiencia que ella vivió durante 5 años en el mundo de la prostitución en España. Una rumana sobreviviente que detalla esa situación en España y en el mundo.
Para darle introducción a este artículo empezaré a definir a la prostitución; según la Real Academia Española, la prostitución es la actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero, de lo cual es conveniente mencionar que en México esa actividad no es del todo ilegal.
La prostitución viene acompañada de un proxeneta y una madrota, quienes se encargan de manejar a las personas prostituidas y de regentar los prostíbulos, respectivamente. Son los que se benefician de “explotar” el cuerpo de otra persona, y aunque aquí no sea ilegal, te iré contando, querido lector, la relación que tiene con otros delitos.
Empecemos con algunas estadísticas mundiales. En todo el mundo hay aproximadamente 42 millones de personas que practican la prostitución, del cual predomina el sexo femenino. El primer país del mundo en consumir la prostitución es España, y no necesariamente significa que ahí sea legal.
Tailandia es uno de los principales países destinos del turismo sexual, en el que entra categorizado como país de origen, tránsito y destino de la trata (ojo, que la trata de personas y la prostitución van muy de la mano y México entra en la misma categoría).
Regresando nuevamente a Europa, Valencia es el epicentro de la prostitución en España, en el cual existe el debate de si la prostitución perpetua la explotación y nos convierte (sobre todo a mujeres) en objetos sexuales, o si se trata de la libertad sexual de las personas, a base, claro, de la manipulación.
Entraré ahora a un tema de legalidad en el mundo, en el cual México se encuentra entre los países en los que no es ilegal, incluyendo a América Latina (a excepción de Venezuela y Guyana). Curiosamente en Estados Unidos y Canadá es ilegal.
Pero ahora entraré a México. En nuestro país es legal para las personas que hayan cumplido 18 años ejercer la prostitución bajo voluntad propia, pero en una línea muy delgada entra la trata de personas, la cual se define cuando una persona se beneficia de la explotación de otro ser humano.
Y digo que es una delgada línea porque, aunque pueda describirse a la prostitución como un acto meramente voluntario, ¿realmente lo es? En un estudio que hicieron en la Comisión Unidos vs Trata A.C. se concluyó que muchas mujeres entran “voluntariamente” a ser sexoservidoras por distintas razones.
Entre las que menciona el estudio están la depresión económica, el abuso sexual, la falta de un hogar fijo, las adicciones y las enfermedades mentales y emocionales. Tomemos en cuenta que la primera función de la trata de personas es el abuso sexual.
En el último estudio hecho por la Asociación Civil ya mencionada, encontré que en todo el mundo un 83% de las personas que se dedican a esto entran a prostituirse desde los 16 años y el 96% de esas mismas mujeres que entraron “voluntariamente” sufren o han sufrido violencia.
Entra aquí el punto importante de la manipulación para ambos casos, siendo así como funcionan ambos temas. A mi perspectiva, sería importante mantener en foco rojo tanto la prostitución como la trata de personas, y dejar de fomentar el consumo de uno a costa del otro.
Para ponerlo en mayor perspectiva, encontré cifras en el INEGI y en la comisión Nacional de Derechos Humanos las cuales arrojan encuestas del 2022. La CNDH menciona a los estados del país con mayor índice de trata de personas, los cuales son: Baja california, Chiapas, Estado de México y Oaxaca.
Por otro lado, el INEGI menciona los estados que cuentan con un mayor índice de turismo sexual en el país: Baja California, Michoacán, Chiapas, Chihuahua y Ciudad de México. Con estas cifras es muy fácil hacer una correlación respecto a ambos temas, es lógico que van de la mano, o ¿será mucha coincidencia?
La prostitución puede pasar muy desapercibida como delito, cuando ponemos en perspectiva que las personas que lo llevan a cabo lo hacen bajo su consentimiento, pero detrás de ese “consentimiento viciado” entran muchos factores que justamente nos llevan al tema de la trata de personas.
No es coincidencia la relación entre el turismo sexual y la trata de personas, pero al ser un “negocio” en el que el capitalismo sale ganando, las personas que lo consumen tomaron la decisión de hacerlo pasa desapercibo y de mantenerlo “tranquilo”.
Sin duda alguna, las personas que entran a ese mundo no lo hacen porque sea lo que más les convenga o porque estén seguros de que quieran vender su cuerpo a cambio de una “vida mejor”. El sistema les ha fallado y el sistema les ha hecho pensar que esa es una salida.