![]() | Sin tactoSergio González Levet |
| 10 Mar 2025 - 08:36hrs
Estamos ya en los días finales del pre-proceso en el que los pre-candidatos hicieron sus pre-campañas para conformar las listas definitivas de los cuatro partidos y la coalición única de dos que participarán en la elección del primer domingo de junio de este año del Señor de 2025.
Con paciencia y/o sobresaltos y/o engaños y/o desilusiones, los institutos políticos fueron haciendo sus respectivas jugadas y finalmente están quedando conformadas las planillas que competirán por 212 presidencias municipales, 212 sindicaturas y 650 regidurías.
Caben también en esta nomenclatura los 15 candidatos independientes que lograron cumplir los exigentes requisitos y probablemente pedirán su registro como tales.
Las precampañas terminaron oficialmente el 21 de febrero, y en estos días se ha estado determinando quiénes pasaron la prueba y serán investidos como candidatos oficiales. Cada partido tuvo su pompa y su circunstancia y cada cual llegó al final de este pre-proceso con más o menos heridas, con más o menos magulladuras, con más o menos grietas.
El primer dirigente estatal que salió como el plumaje en el pantano de Díaz Mirón fue Luis Carbonell de la Hoz, que conformó con mucho esfuerzo y pocas consecuencias negativas la oferta electoral de Movimiento Ciudadano. Dante Delgado, el líder moral y real del partido, manifestó su complacencia ante el resultado de su discípulo más joven y aventajado. A partir de ahí, los naranjas seguirán en su propósito de convertirse en la segunda fuerza electoral de Veracruz y convertirse en el punto nodal de la oposición.
En el PRI, Rodolfo Ramírez Arana jugó con las condiciones actuales del partido y consiguió nombrar una cauda de candidatos si bien poco competitivos en lo general, con la capacidad de mantener el registro y hasta una votación, digamos, honrosa en sus bajos números.
El PAN está culminando su proceso dentro de los cánones de su democracia interna, aunque esta vez no habrá una elección de panistas activos del partido sino una designación directa desde el comité ejecutivo nacional, que buscará saltear los escollos y las sospechas de los grupos y las militancias internas, que ya no se sabe hacia qué intereses están mirando.
Morena y el Partido Verde van en coalición en muchos municipios, y conjugados en el mismo interés en los restantes. El proceso de las encuestas sólo dejó satisfechos a los supuestos ganadores y la lista final se debate en un mar proceloso de enojos tremendos y de señalamientos de fraude y favoritismos.
Una vez que consiguió minimizar al máximo a las oposiciones, el partido oficial lucha al interior contra sus propios intereses encontrados.
Ah, y el Partido del Trabajo aguarda… aguarda a ver qué puede cachar de los aspirantes que no pudieron colocarse en las listas morenas y verdes.
Y de ahí, todos a esperar al 29 de abril, cuando empiezan las campañas abiertas.
sglevet@gmail.com