| 14 Feb 2025 - 09:57hrs
Cada vez que inicio un curso de redacción para reporteros pregunto a los asistentes cuál consideran que es la función esencial del periodismo. Casi siempre la mayoría responde que es “criticar las acciones de Gobierno”.
Yo les contesto a vuelapié que la función esencial del periodismo es informar, y hacerlo con la verdad.
Muchos funcionarios de la Cuarta Transformación reprobarían esa materia porque en su desempeño como funcionarios han revelado que la línea principal de su actuación es desinformar y mentir a la sociedad.
El propio Patriarca de la 4T se manejó con un discurso claramente alejado de la verdad y hubo quienes se dedicaron a la tarea de contar sus falsedades, que fueron cientos de miles expresadas en las mañaneras durante los seis años que los ciudadanos tuvimos que recetarnos -en directo o a través de la intensa difusión que le hacían los medios- todo lo que subía a vociferar durante casi tres horas tempranas de cada día hábil, y a veces hasta a algunos inhábiles.
Si lo que hace la mano hace el de atrás, en el pretérito imperfecto del sexenio de Cuitláhuac García en Veracruz esa forma de (in)comunicar fue la prueba reina de su incapacidad para gobernar de un equipo de trabajo incapaz, corrupto y sin ningún respeto a las leyes.
Las mentiras del Gobernador, de sus familiares y de sus amigos/cómplices se convirtieron en el menú diario de la (in)comunicación oficial, y lo fueron desde el primer día de la administración hasta el último segundo de ese sexenio terrible y destructor… y siguieron después de eso.
Alguien convenció al pobre Cuitláhuac y éste creyó que era posible manipular la información oficial y cambiar la realidad a fuerza de declaraciones tan tronantes como falsas… y así les fue… y así nos fue.
Hoy que ya se han medio ido, los cuitlahuistas pretenden seguir gozando las mieles del poder y del presupuesto y por eso muchos se registraron para ser medidos por la Comisión Nacional de Encuestas de Morena con el fin de determinar a los candidatos del partido o de la coalición parcial con el Partido Verde.
Y como de mentiras se trata y como ninguno de ellos tiene la simpatía ni el reconocimiento del pueblo, pues se han dedicado a querer ganar las encuestas a base de filtraciones de noticias, más falsas que la palabra del Mesías tropical.
Pero las candidaturas no se ganan así en Morena. Los “pen…sadores” del cuitlahuismo quisieron sorprender a la Presidenta con A, a la Gobernadora con A, al comité nacional de Morena y a los militantes en Veracruz, pero sólo consiguieron hacer el ridículo porque, por ejemplo, nadie les creyó que la simpatiquísima Dorheny García había tenido la mayor cantidad de votos favorables en Xalapa, por encima de la eficiente Daniela Griego, del histórico Juan Vergel Pacheco y de la reconocida Ivonne Cisneros.
La lista definitiva la dará a conocer el comité nacional en su momento, y jure usted que los resultados no se moverán un ápice de lo que tienen presupuestado en el Altiplano y en Palacio de Gobierno.
Así no, mis cuitlas.
sglevet@gmail.com