Opinión CiudadanaBernardo Bellizzia Guzmán |
| 18 Sep 2023 - 09:28hrs
A poco más de un año de que termine este destructivo sexenio podemos decir sin ninguna duda que el presidente López Obrador ha consumado lo que siempre pensó realizar y soñó ver concretado una vez que llegara al poder, la destrucción de las instituciones mexicanas que con tanto esfuerzo se habían logrado construir durante décadas.
Y es que no hay nada mas satisfactorio para él que destruir, confrontar, mentir, robar y dividir a todo el país, y en ese sentido logro todo lo que se propuso y más aún. Fue a través de la intimidación, las amenazas, los expedientes, los pactos inconfesables y las reuniones “amigables” con los personajes más poderosos de este país que fue fraguando lo que vemos hoy en día.
Control total y pleno de todo el territorio mexicano y quizás un poco más allá. Solo habrá que preguntarles a nuestros vecinos del norte lo que saben respecto de las bandas de narcos que operan con total impunidad no solo en México también en los Estados Unidos y que además muchos están más que infiltrados operando dentro del propio gobierno de quien se dice es el presidente más honesto del mundo.
De esa manera es como los planes y proyectos presidenciales se vienen fraguando desde hace unos 20 años en la mente del tirano y hoy son una realidad, por lo que hasta hoy se siguen sentando las bases para siga lo que él llama “la transformación”. Una transformación que ha costado la vida de cientos de miles de mexicanos que han sido abatidos por el crimen organizado, de los secuestrados, de la muerte de miles de mujeres, de jóvenes, de madres y padres de familia y de las madres buscadoras que tratan de encontrar a sus hijos y familiares solas sin ayuda de nadie y que muchas veces son ejecutadas por bandas del crimen organizado patrocinadas y protegidas por el propio gobierno.
El mundo ideal según Andrés Manuel es en el que vivimos actualmente. Un mundo de muerte y de destrucción. Eso ha sido lo que ha construido en estos últimos cinco años. Es como si al llegar al poder el Andrés bizarro hubiera nacido y hubiese enterrado al Andrés justo y ecuánime como en una película de ciencia ficción. Así que hoy solo nos queda reflexionar rumbo a las elecciones del próximo año. Se antoja literalmente imposible ganarle al monstruo de mil cabezas, pero la batalla habrá que darla hasta el final y como dice el clásico “la verdad nos hará libres”. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com