Las encuestas y la percepción pueden irse al diablo

Desde el Café

Bernardo Gutiérrez Parra

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| 20 May 2025 - 12:20hrs

Si hasta hace unos meses los morenos estaban seguros de llevarse el carro completo en Veracruz el próximo 1 de junio, ahora ya no lo están tanto. Van a ganar por mayoría, pero no van a arrasar y corren el riesgo de quedarse con las ganas de triunfar en bastiones importantes, o perder municipios que ganaron en el 2021.


Mediciones del partido señalan que repetirán sus triunfos en Tuxpan, Coatzacoalcos, Minatitlán y se llevarán la más preciada joya de la corona: el puerto de Veracruz, al que llegarán por primera vez con Rosa María Hernández Espejo como su alcaldesa.


Pero en Boca del Río las cosas no pintan igual. Una encuesta publicada hace unos días dice que la candidata de Morena, Bertha Ahued, tiene el 30.5 por ciento de las preferencias contra un 28.5 por ciento de la panista Marijose Gamboa que le está pisando los talones y amenaza con rebasarla.


En Orizaba, Morena quiere romper con la hegemonía del PRI que comenzó en 2007 cuando Juan Manuel Diez Francos asumió por primera vez la alcaldía. En 2010 el alcalde fue Hugo Chahin Malluly; en 2014 regresó Diez Francos; en 2018 lo sucedió Igor Rojí López y en la actualidad Diez Francos gobierna el municipio por tercera ocasión.


Estos tres empresarios lograron en tres lustros lo que nadie ha hecho con otro municipio; hacer de Orizaba uno de los lugares más bellos, más limpios, menos corruptos y menos inseguros del país.


Pero Morena lo quiere en su vitrina y como para que la cuña apriete debe ser del mismo palo, lleva de candidato a Igor Rojí (que se peleó con José Manuel), mientras el tricolor tiene como abanderado a Chahin Malluly que le lleva una ligera ventaja a su oponente.


En Poza Rica ya nadie quiere saber nada del alcalde Fernando “El Pulpo” Remes acusado de corrupción, latrocinio, desvío de recursos y de tener nexos con delincuentes, pero el ex beisbolista quiere alargar su mandato con la candidata Janeth Adanely Rodríguez que casualmente es su ahijada.


En ese municipio ha crecido la figura de Emilio Olvera Andrade, candidato de Movimiento Ciudadano, cuya aceptación entre los pozarricenses se multiplica día con día.


Y en Xalapa, aguas con Xalapa.


Si hace apenas unos meses, cuando aún no se sabía bien a bien quiénes serían los aspirantes a la alcaldía de la ciudad capital, la morenista Daniela Griego iba en caballo de hacienda, desde que comenzaron las campañas el priista Silvio Lagos le está pisando la sombra.


Una encuesta de Arias Consultores realizada entre el 8 y 12 de mayo a 1,739 xalapeños le da a Daniela el 26.5 por ciento de las preferencias, mientras que Silvio obtuvo un 24.1 por ciento, lo que lo coloca en un empate técnico con la abanderada de Morena.


Como en Morena se apresuraron a descalificar la encuesta al conque de que está cuchareada y fue pagada por el equipo de Silvio, pregunté a un miembro del equipo del priista quien me contestó con una lógica impecable: “Si la hubiéramos pagado nosotros Silvio iría arriba de todos los contendientes y por varios puntos de ventaja”.


Lo cierto es que Daniela se ha estancado y Silvio sigue subiendo. Al menos esa es la percepción.


Pero encuestas y percepciones aparte, tanto en el PRI como en el PAN y en MC saben que los verdaderos garantes de que la elección se lleve a cabo sin chanchuyos, serán los representantes de casillas.


“Quien tenga representantes honestos en todas las casillas, es decir, representantes que no se vendan y estén atentos a la cadena de custodia de los votos, serán los verdaderos avales de la elección”, me dijeron. “¿Y qué onda con las encuestas y la percepción?”, pregunté. “Esas pueden irse al diablo”, me reviraron.


Y tienen razón.


En las elecciones del año anterior, hubo una descarada compradera de representantes de casillas que llevó al partido en el poder a ganar por una abrumadora victoria. Tan abrumadora que hasta la fecha siguen sin creérsela.


bernardogup@hotmail.com

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