Envidia

| 20 Jun 2023 - 12:59hrs

Sí me gusta trabajar. Sí me gusta convivir y socializar.

Lo que no soporto es la envidia de la gente. No la soporto porque la mayoría de la gente alrededor del mundo no sabe cómo lidiar con ese odioso soliloquio interno que comienza cuando vemos algo que queremos y alguien más tiene y nosotros no podemos tener o creemos que nos costará mucho adquirir: ese diálogo que nos convence tan fácilmente de realizar ciertas estupideces que dañan tan frívolamente al afectado.

Todos, absolutamente todos, envidiamos. Es parte de nuestra naturaleza. Finalmente, los humanos somos primates y no debería de ser una conducta humana, pero sí, sí es así. Sí envidiamos, y mucho.

Lo que no soporto es que casi nadie se toma el tiempo de indagar, investigar, sufrir y aceptar. No aprenden a controlar la envidia que llegan a sentir y no se dan a respetar. Sin embargo, el hecho de que tú no te des a respetar no te da derecho a faltarle al respeto a los demás.

Alguna vez le pregunté a una niña de 11 años de edad qué me recomendaba hacer con la gente que me envidia y me respondió “¿a quién le importa lo que yo haga?, ¿a quién le importa lo que yo diga? Yo soy así y así seguiré y nunca cambiaré”. Me pareció acertado, pero, no en su totalidad porque, si no estamos cambiando constantemente no es sano.

Pero pensar que a quién le importa lo que haga sí me permite seguir con lo que estoy haciendo, siempre y cuando valga la pena.

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