 | MinutoMariana G. de León |
| 09 Nov 2022 - 17:38hrs
Los maestros ajedrecistas están todos de acuerdo en que este juego es tan serio como la vida, porque las estrategias que se utilizan para llegar al objetivo, que es acorralar al rey, se pueden utilizar en la cotidianidad para lograr lo que sea.
En la política es fundamental dominar la metodología de la estrategia. Sin esa capacidad, el mandato es efímero. Un buen jugador siempre tiene anticipadas de 15 a veinte jugadas en su táctica de ataque y defensa, es decir que prevé y planea. Esta capacidad se puede aplicar para los gobernantes. Un líder real anticipa las jugadas de su mandato, y por generalmente va adelante de sus gobernados, de sus subordinados y de sus adversarios.
El arte de gobernar es un poco como el arte de la guerra, y el ajedrez es la mejor alegoría para uno y otra. Los peones, las otras piezas secundarias y la poderosa reina trabajan para proteger al rey, que en este caso sería la vida.
En Veracruz, seguimos esperando a un maestro ajedrecista que lleve nuestro juego a coronar el éxito y venza al rey enemigo, que en este caso estaría representado por la inseguridad, la pobreza extrema, la falta de oportunidades para vivir bien, la pésima educación.
Es que por lo pronto parece que sólo tenemos un mal jugador de damas chinas. Y no lo merecemos.
