![]() | MinutoMariana G. de León |
| 19 Oct 2022 - 17:32hrs
Al caminar por el centro de Xalapa te encuentras con una serie de pintorescas situaciones y personajes. Una estudiante de canto (probablemente de la facultad de artes de la UV) practica su aria frente al callejón del diamante mientras la gente camina, toma café y algunos le dejan una moneda.
Una niña le pregunta a su papá en qué calle se encuentran mientras el adulto le responde con algo que nada tiene que ver con lo que su hija inquirió.
Al escuchar esta conversación entre un padre de familia y su pequeña noto que, a pesar de parecer responsable y buen padre de familia, carece de la habilidad de recibir un mensaje hablado tan simple como “¿en qué calle estamos, papá?” Le respondió que no faltaba mucho para llegaran, que en cinco minutos estarían ahí.
Me dio coraje darme cuenta de que mucha gente hace lo mismo. Escuchan lo que quieren y contestan a manera de llevar la batuta en la conversación.
Una niña de primaria que tiene una duda y a la que se le responde con otra cosa sólo se va a confundir, lo que la encaminará inevitablemente hacia la peligrosa ignorancia.
Escuchemos genuinamente a los más jóvenes, su edad no los hace menos, al contrario, podemos aprender mucho de ellos con esta factible diligencia.