| 22 Mar 2024 - 10:34hrs
Al craso error de haber supuestamente comprado o supuestamente rentado una gran mansión en El Dorado, uno de los fraccionamientos más exclusivos de Veracruz, ubicado en la zona conurbada de Boca del Río y el municipio de Alvarado, la ingeniera Rocío Nahle García ha encimado una consistente fila de yerros, en su afán de contener esta información que se hizo pública y se volvió viral en las redes y en los comentarios de periodistas de Veracruz, de la Ciudad de México y -sin motivo aparente alguno- hasta de Zacatecas.
La primera respuesta a la revelación que hizo el empresario citrícola Arturo Castagné Couturier fue dada por el propio esposo de la señora oriunda de Río Grande, Zac., don José Luis Peña Peña, que comenzó el despeñadero al contestar con silencio inicialmente y después con insultos a las preguntas del corresponsal de Latinus, Fidel Pérez.
“Son mentiras, son mentiras. Latinus y tú son unos mentirosos”, le espetó el señor Peña (¿de Nahle?) a las interrogaciones de este Fidel el Bueno, y de ahí no lo sacaron. No imagino si fue un mal asesor el que le aconsejó que dijera eso, o si de plano fue la soberbia de sentirse ya el Primer Caballero del Estado, cuando aún ni siquiera empieza ni la campaña para elegir al próximo Gobernador de Veracruz.
Después, los texto-servidores locales al servicio de los intereses de Morena sacaron sus libelos para difamar a Arturo Castagné, que respondió de valiente manera y sacó aún más información sobre el tema.
La candidata de Sigamos haciendo Historia también saltó a la palestra con unas lamentables declaraciones de su ronco pecho en las que a falta de argumentos aseguró que la casa no era de ella y que rentaba la mansión (¿y cuánto paga de renta?).
Y como corolario terminó insultando al casi candidato de la alianza Fuerza y Corazón por Veracruz., Pepe Yunes Zorrilla, quien un día antes había declarado a Joaquín López Dóriga que pediría una investigación sobre las propiedades de la ex Secretaria de Energía.
La verdad es que los calificativos que le enderezó Rocío Nahle son dignos de algún bravucón de barriada y no de una persona que pretende hacerse pasar por veracruzana.
Los jarochos somos mal hablados, pero no somos groseros, y al parecer la señora de Zacatecas no logra entender la sutil diferencia. Con denuestos de mala facha no ganará el corazón de los nacidos en esta tierra que quiere conquistar a golpe de dinero, de vallas y de amenazas.
Por eso es que le crece y le sigue creciendo el asunto de su Casa Dorada, y por eso -más lo que se acumule en estas semanas- va a perder la elección.
sglevet@gmail.com