Justicia simulada.

Columna de Opinión

Valeria Aime Tannos Díaz

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| 17 Feb 2023 - 08:47hrs

Estando tan cerca del 8M parece una buena oportunidad para reflexionar jurídicamente todo lo que implica un movimiento tan grande y aparentemente nuevo.


Empecemos hablando de lo que significa el 8M. Según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer; donde muchas mujeres en muchos países, sin mirar sus diferencias étnicas, culturales y sociales se unen a través de diversas actividades para conmemorar el día, desde hace más de cien años, numerosos movimientos de mujeres toman las calles para exigir lo que por derecho corresponde. (ACNUR, 2022)


Actualmente me encuentro leyendo el libro “Ni Una Más” de la autora Frida Guerrero, activista y periodista dedicada a investigar feminicidios en el Estado de México y en otros estados. Frida aborda el tema desde una perspectiva de mujer que viene saliendo de un mundo de violencia por parte de su ex pareja; para entender como funciona la justicia en este país es necesario empezar a hablar de las leyes que regulan este problema. En primer lugar, y la más importante, se encuentra nuestro Código Penal Federal el cual en el artículo 325 señala que comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. A partir de este artículo tan importante, se van desglosando otras leyes; desde la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, hasta una de las más nuevas, la Ley Olimpia, que es el primer proyecto de reformas en México en materia de violencia digital desde la realidad de las víctimas y con perspectiva de género. (LeyOlimpia, 2020). De acuerdo con las estadísticas oficiales en el año 2022 se registró un total de 968 feminicidios en el país. (MaritzaPerez, 2023). En uno de los casos que leí del libro de Frida Guerrero, menciona a una pequeña de 4 años que fue asesinada el 26 de abril de 2016 en Reynosa, Tamaulipas, por su padrastro; quien fue detenido y puesto en prisión, pero seis días después fue asesinado en la cárcel por otro reo; al final del párrafo la autora hace la pregunta a sus lectores de si se hizo justicia, o no. Desde un punto de vista jurídico y filosófico eso no parece algo justo, entonces ¿Qué es la justicia? Primero, hay que tomar en cuenta que existen muchas definiciones, pero la que aquí nos incumbe es la justicia inclinada a lo jurídico; la RAE la define como un principio constitucionalmente consagrado como valor superior de ordenamiento jurídico en el que confluyen los de razonabilidad, igualdad, equidad, proporcionalidad, respeto a la legalidad y prohibición de la arbitrariedad. (Española, 2022). Como abogada y como mujer, me he dado cuenta de una manera más justa y menos emocional del trabajo de las fiscalías, de los tribunales y de todos aquellos organismos que imparten justicia, es realmente impactante. He llegado a ver cuánto trabajo puede tener un fiscal en un sólo día, he visto cómo llegan las ordenes “desde arriba” y a qué le dan prioridad. Leyendo y analizando con más profundidad este tema, reflexionando ahora más como mujer y no como abogada, llego a conclusiones de que el problema no está en el fiscal que lleva la carpeta, o en la mujer que se arrepiente de denunciar por miedo o amenaza, el problema va más allá incluso de la sociedad; el problema, me parece, va de toda una estructura donde no existen incentivos para que el sistema funcione adecuadamente.


El problema con las fiscalías no viene de partidos políticos o de personas ineficaces, viene de una estructura y un sistema mucho más grande que eso. Ahora, si se quisiera hablar de la responsabilidad de la sociedad, empieza desde que el capitalismo promueve el contenido como la pornografía, la prostitución y, en general, toda la lógica que ocupa a la mujer como objeto de consumo. Ante las leyes, nosotras las mujeres tenemos muchas herramientas de apoyo para defendernos, tenemos acceso a informarnos, tenemos derecho a ir y denunciar a nuestro agresor, a que los policías ministeriales hagan las diligencias necesarias, a votar, a estudiar, trabajar. Tenemos derecho a tener una vida profesional plena, tenemos derecho a tener, o no, a nuestros hijos, a planificar nuestra vida familiar; Pero para llegar a estos derechos. y como en todas las luchas, se tiene que seguir peleando e incomodar a muchas personas. Los casos como el del Campo Algodonero, el de las victimas de Atenco y el caso Digna Ochoa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos son antecedentes de lucha y justicia, antecedentes desgarradores que nos traen donde estamos hoy, de mujeres desafortunadas y de muchas otras mujeres valientes, mujeres torturadas, humilladas y lastimadas, mujeres que fueron escuchadas, y otras que nadie tomó en cuenta. Presentar una denuncia es más que pararte en el edificio de la fiscalía y empezar a contar lo qué pasó. Implica miedo, implica pensar que no serás escuchada; darte cuenta de la revictimización por la que te hacen pasar, miedo a que le den “carpetazo” a tu solicitud de justicia; Cuando terminas de dar tu declaración te dan un número, todo se resume en un número, dejas de ser una mujer lastimada para convertirte en eso, te conviertes en una carpeta la cual esperas que no cierren y te esperanzas a que tu caso sea uno de esos en los que sí se hizo justicia, pero la parte más difícil viene al salir de la oficina del fiscal, llega la hora en la que te enfrentas a la realidad; te enfrentas a una sala llena de psicólogos que buscan la verdad y que buscan llegar al fondo de por qué fuiste a levantar una denuncia, nos enfrentamos a las preguntas que en ese momento parecen no acabar, te sientes acorralada, juzgada, enojada y, sin duda alguna, dentro de un mar de lagrimas; pero eso no acaba ahí, más adelante pasas a dar la misma declaración que ya diste, pero ahora con los policías ministeriales, los que definitivamente no tienen el tacto, ni las herramientas para ese tipo de trabajo en el que debe existir empatía y confianza; eso es para las mujeres que tenemos suerte, las mujeres que no tuvieron la misma suerte de estar vivas son las que tienen como representantes a sus mamás, papás, hijos y amigos, que son los que llegan a la fiscalía especializada en personas desaparecidas, a tratar de conseguir respuestas, todavía con la esperanza de encontrarlas con vida, al llegar ahí se vuelve todavía más desgarrador, la respuesta de las secretarias y más adelante de las fiscales es fatal, ese lugar hace que la poca energía que tienes en ese momento se desvanezca, quieren imponerte el pensamiento de que la mujer que fuiste a buscar se fue con “el novio” “seguro está de borracha” “ya llegará mañana”, pero todavía con esas respuestas tienes esperanza, esa nunca muere. Dentro de esas mujeres con poca suerte, entran las demás mujeres que su cuerpo jamás aparece, en el que la justicia parece no asomarse, que la esperanza sigue, pero sin esperar ya nada. También entran en ese miedo los padres, hermanos, hijos y parejas de las mujeres; ese miedo a no volver a encontrarlas o el miedo de un padre al escuchar que su hija fue violentada y que su agresor está libre por la calle.


El movimiento feminista va más allá de un movimiento social o de un movimiento de mujeres enojadas buscando justicia, este movimiento es también político y mediático, ahora el movimiento aparece en campañas de políticos aspirantes a gobernadores e incluso presidentes. Hablemos ahora de la importancia del “yo sí te creo” de las autoridades que llevan nuestro caso y que, de igual manera, buscan lo mismo que nosotras, que se haga justicia, esa famosa frase del yo te creo, (la relevancia de la semántica) viene de las mismas “hermanas” feministas. Detrás de esas 4 palabras viene un trasfondo apático. Cuando intentas alzar la voz y ellos te callan porque estabas en estado de ebriedad, porque tú decidiste irte con ese amigo, porque tardaste tiempo en hablar o simplemente porque la persona que fuiste a denunciar es hijo de una persona intocable, palabras como esas son las que nos encontramos en aquellos lugares y la pregunta fundamental ¿te sientes segura y escuchada ahí? La respuesta es no, sólo te sientes segura y escuchada por tus hermanas que vivieron lo mismo, o lo viven, ellas te creen sin cuestionarte nada, son tu red de apoyo, ellas son las mujeres que luchan a tu lado, las que pelean todos los días por ti, incluso aquellas que pelean por las mujeres que no están de acuerdo con las formas. Se llega a la conclusión de que el problema no es tan simple como que un hombre pueda llegar a arrebatarle la vida a una mujer, o que la fiscalía especializada no sea capaz de resolver las denuncias. El 8M viene de todo un sistema de justicia carente, no viene del fiscal que aparentemente no trabaja, tampoco viene de un montón de mujeres que salen a las calles a quemar o romper lo que está a su paso. Ahora que estamos cerca del Día Internacional de la Mujer, resulta conveniente replantear la justicia no sólo como un marco normativo, sino, como el legitimo anhelo de justicia de aquellas a quienes se les ha privado de ella. Tal como era para Platón, la peor forma de injusticia es la justicia simulada.


 


 


 


 


 


 


Trabajos citados


LeyOlimpia, M. d. (2020 de 2020). Semujeres.cdmx.gob. Obtenido de https://semujeres.cdmx.gob.mx/storage/app/media/ViolenciaDigital/Manual_Contenidos_Lab_Ley_Olimpia.pdf


ACNUR. (8 de marzo de 2022). Agencia de la ONU para los refugiados . Obtenido de unhcr.org: https://help.unhcr.org/mexico/2022/03/08/dia-internacional-de-la-mujer-8m/#:~:text=El%208%20de%20marzo%20se,actividades%20para%20conmemorar%20el%20d%C3%ADa.


Española, R. A. (2022). Diccionario panhispánico del español jurídico . Obtenido de dpej.rae.es: https://dpej.rae.es/lema/justicia#:~:text=1.,alguno%20de%20estos%20otros%20principios.


kennedy, d. (2016). abuso sexual y vestienta sexy . Argentina: siglo veintiuno.


MaritzaPerez. (25 de enero de 2023). El Economista. Obtenido de eleconomista.com: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Registran-cifras-historicas-en-delitos-contra-mujeres-20230125-0173.html


Unión, C. d. (07 de junio de 2021). Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial de la federación. Diario Oficial de la Federación.


 


 


 

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