Opinión CiudadanaBernardo Bellizzia Guzmán |
| 22 Ago 2022 - 11:56hrs
Empieza a darse el fenómeno de la desesperación presidencial. Los coletazos que a partir de ya dará Andrés Manuel serán de proporciones mayúsculas. La idea es buscar justificar su nula actuación gubernamental con ceros resultados obtenidos. A través de detenciones a personajes claves dentro del peñismo, pero sin tocar claro está al líder de todos ellos, Enrique Peña Nieto.
Y es que sabe el Presidente que esa es la única manera de poder medio enderezar el barco que se le está yendo a pique. Las promesas nunca jamás alcanzaron a las realidades, y en ese inter se debe de buscar un contexto que lo acredite nuevamente con la sociedad. La pregunta que surge es ¿Le alcanzara para ganar las elecciones del 24?.
Murillo Karam, Rosarios Robles, Emilio Lozoya, Juan Collado, entre otros muchos más personajes ligados al ex Presidente de México. Han sido el objetivo de la desesperación y aún violando el debido proceso y todo lo que se tenga que violar han sido detenidos y encarcelados. El fin justifica los medios pasando por encima de la Ley y lo que todo ello represente.
Andrés Manuel sabe que debe de garantizarse la permanencia y triunfo de morena en las próximas elecciones, si es que quiere seguir libre. De ahí que de una u otra forma y violando todas las leyes que se tengan que violar buscara el triunfo, aplicando la frase “No me digan que la ley es la ley”. Así que en nada sorprende la detención del ex Procurador General de la Republica, Jesús Murillo Karam. Las cortinas de humo seguirán incrementándose y los caídos van a engrosar la lista de venganzas presidenciales. De esos podemos estar seguros.
Por lo pronto aquella frase célebre que lo hizo famoso durante una de sus muchas campañas políticas y que lo llevo a conocerle como “un peligro para México”, esa que dice: “Al diablo con las instituciones”. Hoy está más actualizada que nunca. El Estado de derecho en México dejo de existir, hoy aplica la Ley del talión “Ojo por ojo, y diente por diente”. Que se haga pues la voluntad de Andrés Manuel López Obrador a costa de lo que sea y caiga quien caiga. Veremos en que termina todo este cochinero.
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