Ciudad de México - Conferencia del Episcopado desea suerte a Sheinbaum pero le exige de resultados en seguridad. / Agencias Noticias
Ciudad de México | 01 Oct 2024 - 09:10hrs
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó buenos deseos a Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumirá este martes la Presidencia de la República.
“Le deseamos un buen inicio y una fructífera gestión como servidores públicos”.
Sin embargo, apenas después de las felicitaciones, buenos augurios y promesas de oración, la cúpula católica le expone lo que sostiene es el reflejo del sentir de millones de ciudadanos, primero que nada, en materia de seguridad.
“Nos parece que la realidad habla por sí misma y exige, de manera inmediata, políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos. Estas políticas deben ser impulsadas y garantizadas desde el gobierno de la República por el mandato constitucional que tiene y por las herramientas y los recursos con los que cuenta para lograr el propósito de la paz social. Nunca más el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”.
La carta va firmada por el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey; Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán; Ramón Castro, obispo de Cuernavaca; Jorge Alberto Cavazos, arzobispo de San Luis Potosí, así como de Jaime Calderón, obispo de León y, Enrique Díaz, obispo de Irapuato.
En el documento, la dirección de la CEM se dice convencida de la cooperación entre ciudadanos y gobierno, del imperio de la ley y el estado de derecho, del equilibrio de poderes y del federalismo, como condición de confiabilidad.
“Sin confianza no hay desarrollo, ni futuro estable”.
La CEM destaca también la necesidad de trabajar en el Sistema Educativo Mexicano que, considera, debe guiarse por un verdadero humanismo; también se pronuncia por el respeto a los derechos humanos, entre otros puntos.
“México tiene grandes retos que son oportunidad para crecer en participación y diálogo, superando la polarización, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas –sin aniquilar a las minorías—para construir, desde el diálogo y el consenso, el proyecto del bien común para que la sociedad mexicana viva en paz”.
Finalmente, obispos y arzobispos mandan sus bendiciones, se reiteran dispuestos a sumarse a la dinámica para convivir con justicia y solidaridad para todos y, en plural, se encomienda a la ayuda de San María de Guadalupe.