DE PRIMERA MANO TAJÍNOmar Zuñiga Adan |
| 04 Sep 2024 - 09:24hrs
Decía Mark Twain -que antes de ser escritor era periodista-, que “a reserva de que su director no lo abandone, un reportero no tiene nada que temer de un Jefe de Estado”.
Gran verdad, sin duda alguna.
En la entrega anterior, mencionamos también una frase atribuida a Justo Sierra sobre la UNAM; ambas frases deberían ser trasladadas a la patria chica y por supuesto, a la Universidad Veracruzana, que dicho sea de paso, tuvo su historia en el Movimiento Estudiantil del 68, con las facultades de Derecho y Economía a la cabeza.
Pues bien, parece que en estos tiempos, en que las universidades han tomado en sus manos las protestas contra la pretendida reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador al Poder Judicial, esto no es aceptado por la actual directora de la Facultad de Derecho, Araceli Reyes López -de quien ya hemos informado con anterioridad algunas otras bellezas-, que lejos de apoyar a sus alumnos los obstaculiza.
Gracias a la confianza del alumnado de la Facultad, nos enteramos De Primera Mano que la comunidad estudiantil se encuentra lo que sigue de “muy molesta” con esta funcionaria; señalan que es una vergüenza –literal-, que la Facultad de Derecho permanezca callada como momia, sin hacer ningún pronunciamiento sobre la reforma judicial, cuando los estudiantes precisamente ingresaron a la facultad, a la escuela de Leyes, para defender los derechos de las personas.
La acusan de restringirlos y limitarlos a ejercer su derecho a la libre manifestación de ideas, ya que le han solicitado el Aula Magna para la realización de foros de discutir sobre la reforma judicial, y la respuesta ha sido invariablemente la negativa, actuando de manera arbitraria y prepotente, amenazando además a los estudiantes que no se sometan a su voluntad.
Por si esto fuera poca cosa, les ha negado además el acceso al plantel a jueces y magistrados del Poder Judicial Federal, quienes han tenido la intención de explicar a los estudiantes la multicitada reforma judicial.
Los alumnos se avergüenzan de ella y cuestionan: cómo es posible que siendo la directora de la Facultad de Derecho de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz, no le importe lo que pase en torno a esta reforma constitucional, y debería tomar el ejemplo de varios profesores del claustro académico, que han tenido el valor de dar la cara públicamente por su escuela, cuando es a ella a quien le corresponde dar una postura sobre la reforma.
Cuestionan también su permanencia al frente de la Facultad, pues “si le queda grande el cargo, que se lo deje a quien sí está dispuesto a apoyar a los estudiantes. Es valiente gritando y humillando a su personal, pero cuando debe dar la cara, aplica la técnica del avestruz, escondiendo la cabeza bajo la tierra”.
Denuncian que para tener el control del alumnado, doña Reyes suprimió, sin causa alguna, los semilleros estudiantiles de Técnica en Litigación y Derecho Parlamentario y Técnica Legislativa, lo anterior para que los estudiantes no le hagan contrapeso, limitándoles para que no puedan realizar eventos académicos, porque sólo ella decide qué evento se hace, claro, siempre a conveniencia.
El Estado soy yo, decían en la época de los luises.
La actitud arbitraria de la directora de la Facultad de Derecho Araceli Reyes López, impide la formación académica y la actualización de los alumnos; lejos de apoyarlos, los perjudica.
Denuncian también “que es experta en violar el estatuto de los alumnos, ya que no cumple con las obligaciones que el propio estatuto le impone, pues desde agosto tenía la obligación de entregar notas laudatorias y no lo hizo; además, de manera tramposa, porque así conviene a sus intereses, pretende eliminar a los representantes de grupo para quitarles su voto en junta académica, pues es más fácil controlar a cuatro alumnos que a cada uno de los representantes de grupo; pretende que un alumno represente a cada generación teniendo un representante por año, 2021, 2022, 2023 y 2024. Pretende verse favorecida comprando el voto de cuatro alumnos a cambio de favores, para así beneficiarse con el solo voto de los maestros”.
Rebelan también que en su administración, se ha dedicado a incorporar a muchos maestros que no cumplen el perfil académico necesario, y ponen de ejemplo a Eduardo de la Torre, de quien –denuncian- tiene perfil partidista relacionado con el PAN, “a quien le dio de chile y mole, al beneficiarle por ciertos favores que le debe, y ahora resulta que él sabe todo, basta entrar a la página de la Facultad de Derecho, para que vean que tan sólo en este semestre, sin cumplir con el perfil requerido, le dio las clases de Derecho Internacional Público en horario de 12 a 13 horas en la sección 303 y Derecho Penal Especial en la sección 316 en horario de 18 a 19 horas, -y pregunten qué les ha enseñado a los alumnos hasta ahora-cuestionan, y responden ellos mismos -¡pues nada!, no cumple con el perfil, pues siempre ha sido político-”.
Y como este botón de muestra, son muchos ya por los que tiene cansada a la comunidad estudiantil, es hora de que el rector de la Universidad Veracruzana Gerardo Martín Aguilar, tome cartas en el asunto, “y ponga un alto a las arbitrariedades y conductas déspotas de Araceli Reyes López, pues se siente la dueña de la Facultad de Derecho, y ya está preparando las uñas para reelegirse, como si realmente se lo mereciera”.
Ahora, habrá que ver si Martincillo se fajará y pondrá orden en la Facultad o si de plano le van a temblar las corvas…
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Y en tratándose de la mentada reforma al Poder Judicial, este jueves, luego del bloqueo de los trabajadores del PJF a la Cámara de Diputados en San Lázaro, los morenistas habilitaron la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, protegidos por la Fuerza Pública, para sacar adelante la reforma.
En ese salón de plenos improvisado, el veracruzano Sergio Gil Rullán les pegó una chinga extraordinaria.
El también coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, articuló un extraordinario mensaje, revelándose como un gran parlamentario.
No vi que algún otro veracruzano en esa tribuna alzara la voz para protestar contra la pretensión de López Obrador, que ha convertido al Poder Legislativo en un apéndice del Ejecutivo y busca hacer lo mismo con el Judicial.
Respeto.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com